Colombia rechaza militarizar la frontera del Darién aunque lo pida Panamá
El enorme flujo de migrantes, la mayoría venezolanos, atravesando la peligrosa selva del Darién, que comparten Colombia y Panamá, tiene a los Gobiernos de ambos países discutiendo salidas ante la crítica situación humanitaria.
Por esa ruta, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han pasado este año 150.000 migrantes, de los cuales el 70 por ciento son venezolanos. Más de 14.500 niños se han enfrentado a ese temido tramo y al menos 30 personas han muerto o desaparecido.
“Panamá ha hecho sentidos reclamos sentidos sobre esos cruces peligrosos”, dice la viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil sobre la posibilidad de que Colombia impida el paso de los migrantes. La respuesta de Colombia es tajante: ni cerrará ni militarizará la frontera. “No haremos nada que securitice la migración ni ataque al migrante que es el eslabón más grande de la cadena. No vamos a militarizar las fronteras”, explica a EL PAÍS.
Gil había estado el sábado en el puerto colombiano de Necoclí, donde se aglomeran los migrantes antes de tomar lanchas y entrar a la selva. Acompañó al embajador encargado de Estados Unidos, Francisco Palmieri, que se reunió con autoridades locales y algunos migrantes. Ahí la representante del gobierno de Gustavo Petro ya había señalado que “Colombia no construirá muros, ni visibles ni invisibles” y que junto a Migración abordarán la situación con enfoque humanitario.
Cactus24//19-10-2022