Cuba había restablecido el suministro eléctrico en algunos barrios de la capital La Habana el jueves por la mañana, según testigos de Reuters e informes oficiales, pero vastas franjas de la isla caribeña aún permanecían a oscuras tras el paso destructor del huracán Ian.
Gran parte de la isla de 11 millones de habitantes entraba el jueves en su tercer día sin electricidad después de que la tormenta tocara tierra, derribando cables de alta tensión, arrasando con casas, botando árboles y destruyendo campos agrícolas.
Al menos tres personas murieron en la tormenta en Cuba, informaron medios estatales.
Un vuelo de un helicóptero militar mostró la noche del miércoles los destrozos e inundaciones principalmente en los campos de tabaco de Pinar del Rio, donde las pérdidas serían cuantiosas para uno de los principales rubros exportables del país caribeño.
Funcionarios de la Unión Eléctrica de Cuba dijeron que las labores progresaban, pero que aún se encontraban en las primeras etapas de una recuperación «compleja».
«En la operación de un sistema eléctrico, uno de los procesos más complejos es restablecer la energía desde cero», dijo Pavel Angulo, director de la Unión Eléctrica Nacional de Cuba, en un noticiero estatal la noche del miércoles.
La red de Cuba se basa en plantas de generación a base de petróleo anticuadas de la era soviética que fallan reiteradamente, lo que complica aún más la recuperación.
El país también ha tenido problemas para obtener combustible para esas plantas, ya que los costos han aumentado en medio de la guerra en Ucrania, a lo que se añaden las fuertes sanciones de Estados Unidos.
Angulo dijo que los trabajadores ya habían encendido varias de sus plantas de generación y estaban tratando de reincorporarlas a la red nacional.
«Durante la noche, la madrugada y las primeras horas de la mañana, ya deberíamos tener resultados», dijo. «Tan pronto como se incorporen las primeras (plantas), el resto de las unidades se incorporarán al sistema de una manera mucho más acelerada».
Antes de que azotara el huracán Ian, los cubanos sufrían los molestos cortes de energía diarios, a veces de ocho horas o más, pero la perspectiva de un apagón masivo prolongado sería un gran golpe para la nación asolada por la crisis, donde los alimentos, el combustible y las medicinas siguen escaseando.
«Esto es un gran alivio para nosotros porque ya unas 48 horas sin luz es algo muy serio», dijo Carlos Manuel Herrera, un trabajador de una empresa del Estado. Herrera, de 49 años, y tomando el aire fresco en la puerta de su casa tras una noche calurosa, dijo: «Imagínese que se nos ponga en mal estado el poco pollo que podemos conseguir. Si esta situación continúa sería muy grave».
Autoridades dijeron que la precaria situación energética del país, que provocó grandes déficits en la generación antes de la tormenta, no cambiaría incluso si se restableciera la energía de inmediato.
El huracán Ian salió de Cuba el martes y se convirtió en uno de los más poderosos en azotar el territorio continental de Estados Unidos en los últimos años, inundando comunidades y dejando a más de dos millones de hogares y negocios sin electricidad a lo largo de la costa del golfo de Florida.
Cactus24 29-09-22