En las horas previas a la confirmación del proceso de divorcio en el que ya se han sumergido Sylvester Stallone y Jennifer Flavin, el famoso actor había optado por ‘transformar’ un tatuaje realizado en honor a su esposa para que, una vez modificado, sirviera para rendir tributo al fiel perro de su mítico personaje Rocky Balboa, un can llamado Butkus.
La repercusión de la noticia obligó al portavoz del intérprete a salir rápidamente a la palestra para desmentir cualquier rumor sobre el estado de su matrimonio, señalando que el grabado que representaba a su esposa no había quedado demasiado bien tras un fallido intento de restauración. Poco después, salió a la luz que la antigua modelo había interpuesto una demanda para disolver su unión tras 25 años casados. Stallone y Flavin tienen tres hijas, Sistine, Scarlet y Sophia, conocidas por haber ejercido de ‘misses’ en la gala de los Globos de Oro de 2017.
Ahora que ya no tiene mucho más que ocultar al respecto, el inolvidable protagonista de filmes como ‘El precio del poder’ y la saga ‘Rambo’ ha vuelto a pasar por el estudio para deshacerse de otro dibujo ligado a su antigua esposa, que en este caso representaba sus ojos, y sustituirlo por la majestuosa figura de un caballo. El responsable de esta obra de arte, así como del tatuaje de Butkus, no ha tardado en celebrar sus progresos a través de sus redes sociales.
«¡Segunda ronda! Aquí está el otro brazo cubierto y rehecho con el caballo. Es un honor saber que, aunque podría haber elegido a cualquier otro, a él [Stallone] le gusta mi trabajo lo suficiente como para regresar con otro proyecto. Publicaré la primera sesión del tatuaje del perro muy pronto. Como siempre, ¡gracias por la confianza!», ha escrito el artista Zach Pérez en su cuenta de Instagram.