martes, abril 23, 2024
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¿Quién es Rosa García? la mujer detrás de las desapariciones de La Grita

Rosa Edilia García Morales, una mujer próxima a cumplir 58 años— este 30 de septiembre— es señalada por familiares, vecinos y miembros de la iglesia católica como la autora intelectual de la desaparición de 16 jaureguinos, según cifras oficiales. Aunque se habla que esta cifra podría llegar a más de 30 personas.

Rosa, nacida en La Grita en el año 1964, es una dama pequeña de cabello oscuro y destocado. Tiene una tez clara, característica de las zonas de montaña y ojos tan marrones que resultan difíciles de diferenciar de las pupilas. Aunque usa ropa cómoda, Rosa Edilia prefiere un estilo anticuado.

Sin hijos, sin pareja y sin muchos amigos, esta mujer estaba alejada de su entorno familiar. Es la quinta hija de 10 mujeres y 4 varones de una gritense, de edad avanzada pero lúcida y con historial de varios familiares psiquiátricos, según datos aportados por sus familiares.

Aunque es muy conocida, en la carrera 6 de La Grita, por vender empanadas en la zona, poco es lo que se sabe de su vida privada. Además de muchas otras propiedades, en esta carrera su hermana Alis Teresa García Morales y su cuñado, Aldolfo Pena tienen un pequeño local comercial donde convergen tres negocios familiares: Rosa Edilia vende pasteles y empanadas; su hermana y sobrina, tienen una pequeña panadería y una papelería.

Fanática

Entre lo poco que se conoce, algo es bien claro: Rosa Edilia García es una mujer muy creyente. Al principio, formaba parte del Movimiento Carismático, una corriente de la iglesia católica caracterizada por la práctica de carismas como hablar en lenguas, la intercesión, la oración comunitaria, los retiros espirituales y jornadas de sanación.

Era fiel a las misas de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, dirigidas por el presbítero Sender Hernández. Vecinos dicen que incluso, daba clases de catequesis en el Colegio Parroquial «Sagrado Corazón de Jesús», ubicado diagonal a la iglesia.

Sin embargo, por diferentes motivos; que incluso el padre Sender desconoce, Rosa se fue alejando de los atributos que la fe católica profesa.

Según el párroco, Rosa comenzó a realizar actividades religiosas para las que no estaba autorizada ni consagrada de hacer. Entre ellas: confirmaciones, llamamientos, unción de los enfermos, liberaciones y otras bendiciones del sacerdocio.

Al mismo tiempo que asistía a la iglesia, la mujer inició el movimiento «Siguiendo a Jesús», al que se le une Adolfo Rosales, un hombre de La Grita al que habría incentivado para liderar a un grupo de personas que se sentían atraídas por las convicciones de esta mujer.

Este grupo de personas estaría conformado por 15 personas más —ahora desaparecidas—, entre ellos 7 familiares de Rosa, quienes se reunían para realizar oraciones y otro tipo de acciones fuera de lo común.

Al estar al tanto de estas irregularidades, el padre Sender habló con Rosa y Adolfo entre el 5 al 7 de agosto, y les pidió cesar este tipo de actividades. Aunque en un inicio la mujer negó lo que se le acusaba, al ver que el padre tenía pruebas, no tuvo más opción que reconocer su error, pero sin dejar aquello que para ella se había convertido en una meta.

Caso contrario ocurrió con Adolfo Rosales, quien decide seguir los consejos del padre Sender y alejarse de este movimiento al darse cuenta que esta mujer había perdido el sendero de su fe y al tomar el control por sí sola de lo que ella creía que serviría para salvar a sus seguidores.

Llamado de la virgen

Haber asumido la culpa parece haber sido un disimulo para continuar lo que estaría planeando más adelante. Rosa continuó con estos encuentros y de un día para otro comenzó a decir que había recibido un llamado de la virgen, no se conoce exactamente cuál, quién había predicho que el mundo terminaría a mediados del mes de septiembre de este año.

Según familiares, vecinos y autoridades eclesiásticas; la virgen le habría ordenado construir un refugio en algún lugar de las montañas del municipio Jáuregui para poder salvarse del fin de los tiempos que vendría acompañado de persecuciones religiosas y desastres naturales. Una profecía parecida a la del año 2017, que decía que el 23 de septiembre de ese año un planeta chocaría con la tierra, provocando la destrucción del mundo.

Rosa Edilia, al conocer este supuesto presagio, comenzó a adoctrinar a las 16 personas provenientes de dos familias: «Los Luna» de Santa Ana del Valle y su familia «Los Peña», de La Grita. 

Desaparición

Decía que para conseguir la salvación, deberían realizar cenáculos de oración mientras partían a un refugio que tenían que construir rápidamente. Según el padre de una de las menores desaparecidas, este refugio logró ser construido a unos 40 minutos de La Grita.

La partida de estas personas hacía el supuesto refugio se retrasó por el parto de Roselis Viviana Luna Roa, una de las integrantes de la familia Luna quién daría a luz hasta el 9 de agosto.

Roselis cumplió tan solo 9 días de dieta para poder iniciar esta misteriosa partida. El 18 de agosto, Roselis pide a su padre Homero Luna que vaya a comprarle algunos insumos para hacer sus curas. Al llegar a su casa, Roselis y 8 miembros más de la familia habían desaparecido.

Según autoridades policiales, estas 9 personas junto a los 7 miembros de la familia de Rosa, desaparecieron juntos en dos camionetas 4×4, provistas de mucha comida e insumos médicos.

El 25 de agosto, siete días después de la desaparición, los familiares realizaron una denuncia formal a las autoridades para dar con el paradero de sus allegados.

Luego de la denuncia, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de La Grita iniciaron discretamente la búsqueda de los familiares sin éxito alguno.

El viernes 2 de agosto, se hace pública la información y los habitantes del pueblo comienzan a formular diversas hipótesis en torno a este hecho.

Desde manipulaciones, sectas satánicas, fanatismo, ocultismo, venganzas familiares hasta abducciones de seres de otro mundo fueron algunas de las supuestas causas por la que estas personas desaparecieron.

Pasaron los días y la zozobra fue creciendo, hasta tal punto que medios internacionales hicieron eco de la noticia. Hasta el día de hoy no se sabe la verdadera razón de que estas personas abandonaron misteriosamente sus hogares.

Testimonios

Sin embargo, Richard Luna quien mantiene a su hijo, madre, hermanas, y sobrinos desaparecidos, asegura que Rosa Edilia García afirma que las historias de sectas, ocultismo y ovnis, son falsas. Asegura que todo se trata de un fanatismo religioso que alcanzó el límite

«Mi familia es de mente débil» dijo Richard mientras aseguraba que su familia fue manipulada por Rosa García, a través de una supuesta predicción de la virgen María, «mi mama es muy católica y puede ser que se dejó llevar» añade.

Además, cuenta que estas reuniones se realizaban en la casa donde vive con toda su familia, en Santa Ana del Valle. Rosa Edilia se dirigía a este hogar, cada noche y con la biblia en la mano para leer el verso del apocalipsis.

Durante esas noches, afirma haber escuchado gritos y llantos de lamento que lo hicieron preocuparse sobre esa extraña situación y es cuando da alerta al padre Sender Hernández de lo que está pasando.

Expresa que en muchas oportunidades lo intentaron convencer de que se les uniera a las oraciones y al ver que no fue posible, lo corrieron de la casa y lo dejaron de tratar como antes. «Yo para ellos era un Judas» dice.

Maury García por su parte, cuenta que la última vez que vio a su hermana Rosa fue el 25 de junio, durante la celebración de cumpleaños de su madre. Asegura que al llegar, lo primero que hizo fue preguntar «¿qué festejan?», «el mejor regalo que pueden darle a mamá es llegar de misa y rezar el rosario».

Maury afirma haberle preguntado si estaba loca a lo que ella contestó: «Yo no estoy loca». Dice que tras estos acontecimientos, se comenzó a dar cuenta que su hermana se estaba desequilibrado mentalmente.

Algunos fieles dicen que Rosa Edilia García cantaba durante las misas, con un tono de voz fuera de lo común. Aunque para algunos parecía alguien común y corriente, para otros transformó su fe hacía extremos malignos y otros más atrevidos, apuestan por llamarla loca.

Continúa la búsqueda

Hasta el momento, el único rastro que se conoce del paradero de estas personas es una finca en Aguascalientes dónde estuvieron 10 días.

Según el propietario, diariamente oraban frente a una imagen de una virgen y el santísimo corazón de Jesús.

El último día que los vio, se subieron en las dos camionetas vía hacia el páramo El Rosal, dónde actualmente están funcionarios policiales desplegados para su búsqueda./La Prensa del Táchira.

Cactus24 (09-09-2022)

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