Una de las imágenes que más tiene presente Jefferson Soler, un migrante venezolano de 16 años que sobrevivió a la tragedia donde murieron al menos 13 compatriotas más en Nicaragua, incluida su madre, fue que el autobús en el que se transportaba daba vueltas sin control hasta caer a un precipicio y golpear contra un árbol.
El joven recuerda que tras el accidente, intentó ayudar a sacar del bus a su mamá, pero el lugar estaba oscuro y finalmente ella murió en sus manos.
La familia había salido de ciudad de Ojeda, estado de Zulia, hace aproximadamente 20 días, con dirección a Estados Unidos. Dalia Elena Soler Cortez, de 37 años, viajaba junto a su esposo Jesús Alberto Cortez y sus dos hijos: Dayling Soler, de 14 años, y Jefferson de 16.
Sumamente afectado, Jesús Alberto Cortez expresó que «nosotros queremos ver a mi esposa, quiero que mis hijos la vean por última vez». Los migrantes explicaron que necesitan la colaboración de los nicaragüenses, debido a que perdieron todas sus pertenencias. Su anhelo es que los menores puedan ver a su madre, cuyos restos se encuentran en la morgue de Medicina Legal en Managua, reseña Radio ABC.
«Espero ver a mi esposa por última vez, con mis hijos. Con mi esposa decidimos desde un principio que si uno de nosotros nos quedábamos, el otro iba a seguir para adelante para cumplir nuestra meta de llevar a nuestros hijos a la meta de un cambio, un futuro por lo que vivimos en nuestro país», continuó Jesús Alberto, quien también indicó que esperan poder cremar el cuerpo para llevarlo.
De igual forma, Leonardo Cortez añadió que «la verdad es un dolor muy grande perder a un familiar, que solamente buscábamos un progreso y lastimosamente Dios hizo sus planes que hasta ahí nos acompañara nuestra tia… quisiéramos pedirle al pueblo de Nicaragua una ayuda más de tanta que nos ha dado».
En el accidente murieron 16 personas, 13 de ellos eran venezolanos. Dentro de esa lista se encontraba la mamá de Jefferson Soler, Dalia Elena Soler Cortez de 37 años, pero sobrevivió su hermana que dice que es la motivación para seguir adelante.
“Le doy gracias al Señor porque mi hermana está bien, se la voy a cuidar a mi mamá y trataré de cumplir sus deseos. Nos dijo que prometiéramos que cuando llegáramos a Estados Unidos fuéramos a estudiar algo con el propósito de ser alguien en la vida, cuidarnos entre nosotros siendo una familia unida”, relató llorando el joven sobreviviente a la Voz de América.
Vi la muerte con mis ojos
Leonardo Cortés, de 24 años es otro sobreviviente del accidente. Cuenta que él junto a otro grupo de venezolanos ingresaron a Nicaragua hace unos cuatro días con el mismo fin: Llegar a Estados Unidos.
“La intención era llegar a Jalapa para cruzar a Honduras y de ahí seguir los países hasta llegar a Estados Unidos”.
Pero el accidente marcó su vida incluso de manera sorpresiva, porque tenía temor por otros lugares más riesgosos como el cruce de la selva del Darién, pero jamás pensó que lo peor se daría en un accidente de tránsito en Nicaragua.
“Ver la muerte con los ojos. Eso es muy duro. El chofer del bus iba a muy alta velocidad. El bus tenía muchos pasajeros, alrededor de unas cien personas. Iban muchas personas de pie. Cuando fuimos, sentí el precipicio y comenzamos a rodar y rodar, y nos atajó un árbol. Lo primero que veo es gente gritando con todas las luces apagadas”, relató Cortés.
Cactus24//29-07-2022