La Unión Europea (UE) deberá recortar esta semana su previsión sobre el crecimiento económico este año y el próximo, y elevar la expectativa de inflación, en un escenario que pone de manifiesto la magnitud del impacto de la guerra en Ucrania.
El anuncio fue lanzado este lunes por el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. El ejecutivo europeo presentará esta semana sus perspectivas económicas del verano boreal para el bloque europeo, y Dombrovskis dejó poco lugar al optimismo.
«El crecimiento está mostrando ser bastante resiliente este año. Pero podemos esperar una revisión a la baja (…) porque hay muchas incertidumbres y riesgos. Y lamentablemente la inflación sigue sorprendiendo con su aumento. Entonces, una vez más, se revisará al alza», dijo.
En mayo, la Comisión había recortado en forma dramática su expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) este año, a 2,7%, quitándole 1,3 puntos porcentuales.
Simultáneamente, elevó en 3,5 puntos porcentuales la expectativa de inflación, hasta 6,1% este año.
Sin embargo, la agencia europea de estadísticas Eurostat calculó que la inflación de la zona euro en junio pulverizó todos los récords de su serie histórica y alcanzó 8,6% interanual, coronando una tendencia que hizo encender todas las alarmas desde fines del año pasado.
El bloque europeo había conocido las primeras advertencias ya en el último trimestre del año pasado sobre el aumento en los precios de la energía.
Sin embargo, esa situación se tornó prioridad con el inicio de las acciones militares de Rusia en Ucrania, que tienen un impacto demoledor sobre el acceso europeo al petróleo y al gas ruso, abundante y a precios altamente competitivos.
Luces de alerta
La economía del bloque había iniciado una tímida recuperación en el segundo semestre de 2021 después de la flexibilización de las rígidas normas sanitarias como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, la fuerte alza en los precios de la energía y la drástica reducción en el acceso al gas ruso exponen al bloque a la mezcla explosiva de muy bajo crecimiento económico y elevada inflación.
Este lunes, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, apuntó que «por el momento, la situación es de crecimiento muy lento, no estamos en territorio negativo. Lo que podría cambiar las reglas del juego es la escasez real en el suministro de gas».
La UE adoptó severas sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, incluyendo un embargo progresivo al petróleo importado desde ese país, que debería completarse hasta el fin de este año.
Hasta ahora, no obstante, la UE aún no ha adoptado una medida similar contra el gas natural de Rusia, un combustible crítico para el funcionamiento de parte importante de la industria europea.
En respuesta a las sanciones, sin embargo, Rusia ya comenzó a reducir sus entregas de gas a países de la UE, en un cuadro dramático para el bloque, que en una carrera contrarreloj busca una fuente alternativa de ese combustible.
La reducción de las entregas rusas de gas ya hizo despertar temores de eventuales restricciones en el suministro a las viviendas y empresas, con un impacto impredecible sobre la producción industrial.
Este lunes, Gentiloni apuntó que «ya habíamos tenido en cuenta este escenario adverso en nuestro pronóstico de primavera [boreal] y nos estaba conduciendo a un crecimiento negativo. Lamentablemente, las cosas no han cambiado».
Cactus24 11-07-22