Confesó Mónica Santi, la niñera de 32 años, acusada de haber tirado al bebé de 13 meses que tenía que cuidar desde el segundo piso de una casa en la Provincia de Módena-Italia. La confesión llegaría durante la audiencia de validación de la detención y tras días de silencio.
“Tomé a Tommaso y lo tiré por la ventana, no sé por qué lo hice, tenía una enfermedad, una especie de trance”
La mujer entre lágrimas habría confirmado las reconstrucciones de los investigadores que ya habían escuchado a la señora de la limpieza presente en ese momento en la casa y también a los vecinos. La niñera admitió que arrojó al bebé por la ventana explicando que venía de un momento difícil y que no era ella misma en ese momento. La mujer dijo que el suyo no sería un gesto deliberado y que no sabía cómo explicar el motivo que la empujó.
“Fui yo quien arrojó al niño por la ventana. No fue un gesto premeditado, sino el resultado de una enfermedad que de repente me golpeó, me encontré en un estado de catalepsia, me sentí asfixiado e hice este gesto a lo que No puedo dar una justificación”, son las palabras relatadas por su abogada Francesca Neri. “Lo único que pudo hacer fue bajar las escaleras, donde estaba con el bebé, ir donde la señora de la limpieza que estaba en el piso de abajo y decirle la frase: ‘Ahora el bebé está libre’”.
El juez ha ordenado un examen psiquiátrico para evaluar el estado de la mujer y ha confirmado la orden de detención, una medida apoyada por sus abogados, que temen que vuelva a sufrir algún tipo de trastorno psicológico y que consideran que así se encuentra más protegida de sí misma.
El pequeño sigue hospitalizado en el Hospital Maggiore de Bolonia en estado muy grave, aunque según los médicos está reaccionando bien al tratamiento.
Cactus24//03-06-2022