Seis muertos y miles de contagios, traducidos como explosión de fiebres, produjo el primer brote de coronavirus en Corea del Norte, país en el que no se habían registrado casos desde que comenzó la pandemia, en 2020.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, apareció por primera vez en público con una mascarilla mientras, al margen del COVID-19, se dispone a probar armas nucleares por primera vez en casi cinco años tras lanzar el 16° misil balístico días después de la toma de posesión del nuevo presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol.
Frente a la aparición del primer caso de coronavirus reportado por el régimen, Kim ordenó medidas de emergencia máxima. Entre ellas, impedir el ingreso de personas desde el exterior, reforzar las vallas fronterizas, disparar a todo aquel que se acerque a la frontera y desinfectar concienzudamente los productos importados de China, señala el medio El perfil.
Según la Organización Mundial de la Salud, Corea del Norte es uno de los dos únicos países que aún no ha administrado vacunas a su población. El otro es Eritrea.