En una audiencia llevada a cabo el miércoles recién pasado se condenó a tres años de cárcel a un hombre por el delito de «homicidio agravado por exceso de la legítima defensa». Sin embargo, finalmente quedó en libertad, ya que había pasado dos años tras las rejas esperando que se realizara el juicio.
El crimen ocurrió, específicamente, el 4 de junio del 2020, en el respectivo domicilio donde vivía la familia en Mar del Plata, Argentina.
Guillermo Cuenca fue procesado tras confesar que asesinó a su hijo de 28 años.
La agresión se concretó cuando Guillermo comenzó a discutir con su hijo Diego, al que le disparó en el pecho.
Al respecto, la defensa de Cuenca argumentó que el ataque fue en defensa por la actitud conflictiva del chico.
Algunos testigos expresaron que la relación entre el progenitor y su hijo era violenta y sus disputas eran frecuentes.
El asesinato de Diego Cuenca
Fue el 4 de junio de 2020 cuando se registró una rencilla que asustó a la progenitora, por lo que ella llamó al 911.
La Policía de Argentina llegó a la propiedad, pero se retiró debido a que el conflicto se calmó. Horas más tarde, el padre y su hijo se volvieron a enfrentar; Diego terminó escapando.
Guillermo Cuenca advirtió en tono de broma que le lanzaría un tiro al joven si regresaba a la casa.
Tras media hora, el chico volvió para seguir discutiendo mientras la madre decidió irse un momento de la vivienda.
A las 23:00 horas la trifulca se intensificó y el hombre tomó una pistola calibre .14 para dispararle al chico.
Un vecino alertó al 911 y los paramédicos intentaron apoyar a la víctima al llevarla al Hospital Interzonal, donde murió.
El padre argumentó que le había disparado a su hijo porque estaba cansado de pelear con él todo el día.
“Yo le disparé porque me tenía cansado”.
La Policía de Argentina procedió con la detención del agresor, quien permaneció encerrado desde 2020.
Cactus24//15-04-2022