Lysaura Fuentes
Con la muerte de Carlos Luis Revette, alias “El Koki”, aún quedaron acertijos y líderes criminales que eran sus aliados y otros que todavía se mantienen en su reinado hamponil.
Carlos Alfredo Calderón Martínez, conocido como “El Vampi”, nació el primero de abril de 1985, tiene alrededor de 31 años. Era parte de una organización delictiva en el sector Primero de Mayo de El Cementerio y era aliado de “El Koki”.
Se manejaba que cuando se unificaron las bandas de “El Koki”, “El Vampi” y “El Garbis”, él era el segundo al mando, pero también se conocía otra versión de que “El Vampi” era el cabecilla dominante en la organización delictiva y que “El Koki” era el más “mediático”.
Una versión que dio sus zarpazos cuando en junio del año pasado se reveló que “El Vampi” había dado la orden de retomar La Vega y amenazó a los funcionarios con matar a dos civiles cada hora si no se retiraban del sector popular.
De hecho “El Vampi” es el que tiene menos registros policiales. Operaba antes en Las Quintas de la Cota 905 y desde El Cementerio. También en la urbanización Nueva Casarapa en Guarenas, Miranda.
¿Qué pasó con El Vampi?
Se maneja que “El Vampi” se encontraba en Las Tejerías, Aragua cuando se desarrolló el despliegue policial, donde fue ultimado Carlos Luis Revette, alias “El Koki”.
Se presume que logró esconderse en una zona de la entidad o que habría llegado hasta Tocorón, por lo que las comisiones mixtas aún se mantienen tras su pista.
“El Garbis”
Garbis Ochoa Ruiz, alias “El Garbis”, de 30 años, tiene más de 20 solicitudes por homicidios. Cuando operaba en la Cota 905 era el que se encargaba de los secuestros de tiempo (que son prolongados) y del tráfico de drogas, que se extendía desde Caracas hasta Miranda.
“El Garbis” tenía un radio de acción en la avenida Guzmán Blanco, Primero de Mayo y en La Chivera. Actualmente se desconoce su paradero.
El trio criminal
Para agosto de 2017 se logró conocer sobre unos acuerdos para relanzar nuevamente en la Cota 905 una “Zona de Paz”.
El acuerdo llevó a que se evitara toda acción policial en la Cota 905 y eliminar los puntos de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en los sectores Los Laureles y Las Cumbres, a cambio de que los delincuentes de esa zona dejaran de secuestrar, robar, asesinar a civiles y policías.
Sin embargo, a pesar de ello en septiembre de ese mismo año se orquestaron dos secuestros, provenientes de bandas de la Cota 905, uno el de Franklin Morgado, hijo del mayor general de la GNB, Frank Morgado, hecho ocurrido en la población de Naiguatá, en La Guaira y luego trasladado por sus captores al sector popular y el otro el de Kerbin Barazarte, quien era empleado de la embajada de Estados Unidos en Venezuela.
En ese momento, los funcionarios lograron que les dieran la orden de ingresar a la Cota 905 para rescatar al hijo de Morgado. El joven fue rescatado y luego liberaron a Barazarte en la parroquia Coche.
La Cota 905 siendo “Zona de Paz” le siguió dando poder a estas bandas, realizaban fiestas electrónicas y continuaban cometiendo secuestros y robos.
“El Koki”, junto a “El Vampi” y “El Garbis” se unificaron y se establecieron como una megabanda, ampliaron su arsenal de guerra con RPG (lanzacohetes antitanques), AT4, subametralladoras y fusiles. Además se apoderaron de otros sectores de la capital.
El Wilexis
Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, alias «el Wilexis» desde aproximadamente 2014 impone su pranato en Petare.
“Wilexis” se afianzó en las “Zonas de Paz” de Petare desde el sector seis hasta el 10 del barrio José Félix Ribas.
Cuenta con armas como AR-15, que es un fusil de asalto, que tiene cargadores de 20 y 25 cartuchos, o también con cargador de tambor, el FN FAL (fusil automático liviano), que es un fusil de combate, calibre 7,62 mm con disparo automático de fuego selectivo, la Mini Uzi (subfusil automático), Remington 870 Express (escopeta), que la usan con bala rasa para un mayor alcance de entre 150 a 200 metros, granadas, entre otros.
Recientemente ultimaron a un primo de “El Wilexis” conocido como “Chiripa” en la zona 9 del barrio José Félix Ribas de Petare.
Cactus24 10/febrero/2022