Frente a acusaciones de «alarmismo» respecto a una posible invasión de Rusia a Ucrania, Estados Unidos defiende la credibilidad de sus advertencias.
«Esto no es alarmismo. Son simplemente los hechos», dijo el lunes el secretario de Estado, Antony Blinken, en una conferencia de prensa.
Meses atrás, Washington comenzó a encender las alarmas sobre una acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, acusando al presidente Vladimir Putin de planear un ataque masivo.
En los últimos días, el gobierno de Joe Biden filtró las evaluaciones de inteligencia sobre la situación actual en la frontera entre ambos países.
Moscú ya movilizó 110.000 efectivos a la frontera, casi 70% de las 150.000 tropas necesarias para una invasión a gran escala, que podría lanzarse a mediados de febrero, de acuerdo con los servicios de inteligencia estadounidenses.
Pero actores clave intentaron bajar el tenor de las advertencias.
«No confíen en las previsiones apocalípticas», señaló el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, el domingo en su cuenta de Twitter.
En una pequeña concesión, la Casa Blanca se retractó la semana pasada de calificar de «inminente» a una posible invasión, poco después de que Europa mostrara irritación por la retórica de Washington sobre la crisis.
«Sabemos muy bien cuál es el grado de las amenazas y (…) sin duda debemos evitar reacciones alarmistas», había dicho a fines de enero el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell.
No obstante, el lunes en Washington junto a Blinken, Borrell se mostró más a tono con los estadounidenses: «Sin duda estamos viviendo, en mi opinión, el momento más peligroso para la seguridad en Europa tras el final de la Guerra Fría».
«¡140.000 soldados apostados en la frontera, no están para tomar el té!», exclamó Borrell.
«Difícil equilibrio»
Para Nina Khrushcheva, profesora de asuntos internacionales en el New School de Nueva York, «el problema de la credibilidad de Estados Unidos es que llevan tres meses hablando de una invasión inminente».
«Sabemos que la inteligencia de Estados Unidos no solo no siempre es perfecta, sino que a menudo se adapta a las necesidades políticos», agregó en declaraciones a la AFP.
Citó ejemplos como la supuesta existencia de armas de destrucción masiva -jamás encontradas- para justificar el ataque de 2003 contra Irak y, más recientemente, el fracaso de la CIA para anticipar el rápido colapso del gobierno de Afganistán tras la retirada de Estados Unidos.
«Si uno grita ‘viene el lobo’ con demasiada frecuencia… no significa que el lobo no vendrá, pero debes tener cuidado con el tiempo y la fuerza con la que lo gritas».
Blinken dijo el lunes que «el mejor antídoto contra la desinformación es la información, y eso es lo que hemos tratado de brindar de la mejor forma que hemos podido».
Por su lado, su portavoz Ned Price dijo a los periodistas que «no siempre estaré en condiciones de dar las pruebas, estoy seguro, que ustedes quieren», destacando que «intentamos mantener un muy difícil equilibrio» entre demasiado e insuficiente.
Cactus24 08-02-22