Una especie de tasa de salida para permitir el cruce peatonal a través del Puente Internacional Simón Bolívar están cobrando supuestos integrantes de la banda criminal Tren de Aragua a los migrantes pendulares que llevan equipaje y se disponen a retornar a Venezuela, reporta el diario La Opinión de Cúcuta.
El miedo y terror de una extorsión a plena luz del día lo vivió Mayerlin Villanueva, una habitante del Táchira y migrante pendular, en horas de la tarde del pasado domingo, explica el medio colombiano.
Mayerlin retornaba de Cúcuta con dirección a San Antonio, junto a sus dos hijos menores de edad, un primo y la compañía de un carretillero que contrató para llevar una maleta y un carrito con compras.
Ellos se detuvieron por varios minutos a la altura de la vallas metálicas de Migración en el sector de La Parada, que dan inicio a la ruta hacia el puente, y allí, fueron abordados por un hombre de estatura baja, piel morena, y un acento muy marcado del centro de Venezuela.
Mayerlin recuerda que el hombre usaba franelilla, bermudas y pantuflas, además llevaba unos audífonos.
“Él empieza a decirme: señora nosotros somos miembros del Tren de Aragua y venimos a pedir una colaboración, porque nosotros somos los encargados de la seguridad aquí, para que a usted no se le vaya a perder ninguna maleta para el otro lado. Usted paga y nosotros le vamos a dar una clave, y esa clave se la van a pedir varias personas de aquí hasta que usted llegue a Venezuela”, relató Villanueva.
Pese a que él se refería con la expresión “nosotros”, el hombre estaba solo haciendo la extorsión, denunció Mayerlin Villanueva.
El presunto integrante del Tren de Aragua, al ver que ella estaba incrédula con lo que él manifestaba, le recalcó que allí ellos eran los que mandaban.
“Señora, aquí manda es el hampa, la guerrilla manda en el monte” le soltó el extorsionador a la migrante.
La denunciante precisó que ella estaba ahí esperando que se acercara otra prima que se había ido a comprar comida, para luego en grupo atravesar el Puente Internacional Simón Bolívar.
En medio del desconcierto, sintió temor de acercarse a la policía para denunciar de manera formal por temor de ser perseguida y que le hicieran daño a unos de sus hijos.
El antisocial le manifestó que los niños no pagaban, y que como ella era viajera debía pagar la cuota. Al ver la insistencia del hombre, ella le preguntó cuánto dinero quería y él exigió 20.000 pesos.
Indicó que por cada persona están cobrando 10.000 pesos, por lo que ella tuvo que pagar por dos adultos (ella y su primo) para que la dejara tranquila. “Me tocó sacar los 20.000 pesos y dárselos”, narró indignada.
Cactus24 (18-01-2022)