Pyongyang ha decidido comenzar el nuevo año con lo que parece ser un misil balístico de corto alcance lanzado al Mar de Japón, o Mar del Este como se conoce en Corea. Esta primera prueba desde octubre, que viola las sanciones de la ONU, llega en un momento en el que las conversaciones entre Washington y el régimen comunista están estancadas desde 2019.
Kim Jong-un puso el foco en los problemas económicos y alimentarios del país en la última reunión del Partido de los Trabajadores, a finales de diciembre, pero los misiles balísticos ya están de vuelta en 2022.
El ejército de Corea del Sur señaló que su vecino septentrional lanzó lo que «presumiblemente era un misil balístico» hacia las aguas al este de la península coreana sobre las 08h10 locales (23H10 GMT del martes).
El lanzamiento se hizo desde la provincia de Jagang, fronteriza con China, según los militares surcoreanos.
Tras una reunión de emergencia, el Consejo de Seguridad nacional surcoreano «expresó preocupación sobre el lanzamiento», según una nota de la oficina de la presidencia.
A su vez, el primer ministro japonés Fumio Kishida lo describió como un «posible lanzamiento de un misil balístico».
«Es realmente lamentable que Corea del Norte esté lanzando continuamente misiles desde el año pasado», dijo Kishida, para luego señalar que su gobierno estaba estudiando los detalles de la operación, incluido el número de proyectiles lanzados.
A pesar de las sanciones internacionales, Corea del Norte sigue aumentando sus capacidades militares meses después de la demostración de fuerza de otoño boreal, cuando el país presentó un misil hipersónico lanzado desde un tren y otro misil balístico enviado desde un submarino.