La lava del volcán de La Palma ha llegado al mar en la costa del municipio de Tazacorte en torno a las 11 de la noche, hora canaria, alrededor de la zona conocida como la Playa de los Guirres (también llamada Playa Nueva), donde se ha precipitado de un acantilado de cerca de 100 metros de altura.
El contacto de la lava con el mar ha creado la emanación de un humo negro que está entrando en tierra a causa de los vientos que de noche van del agua a la tierra. El mar tiene poca profundidad en esa zona, lo que provocará que se cree una nueva plataforma con relativa rapidez.
El grupo de geociencias marinas del Instituto Español de Oceanografía, que está siguiendo en directo el avance de las lavas, ha detallado que “se está generando un impresionante depósito de más de 50 metros de altura” en menos de 45 minutos, que además sigue creciendo.
Poco antes de las diez de la noche del martes, el Instituto Vulcanológico de Canarias había informado de que la colada ya había cruzado la conocida como carretera de la costa, situada junto a la Montaña de Todoque, de unos 320 metros de altura, en el municipio de Tazacorte. La distancia que separa la carretera de la costa es de alrededor de un kilómetro. Este era el último gran obstáculo al que se enfrentaba el flujo de lava antes de llegar al mar. El corte de esta carretera dejaba prácticamente incomunicados los barrios de Puerto Naos, El Remo y La Bombilla, también en Tazacorte, si bien el Cabildo había habilitado rutas alternativas para acceder a estas poblaciones.
Desde que superó la Montaña de Todoque, la lava ha acelerado su camino debido a lo escarpado del terreno y ha devorado a su paso numerosas plantaciones de plataneras que aprovechaban la fértil tierra de la zona.
Durante el día de hoy la isla de La Palma ha registrado un total de 29 terremotos en diferentes puntos, desde Villa de Mazo a Fuencaliente o El Paso, con intensidad entre 2 y 3,3 puntos de magnitud de la escala Richter.
La desembocadura del magma en el océano es un fenómeno que preocupa a las autoridades desde el momento en que la erupción comenzó el pasado domingo 19 de septiembre porque su reacción con el agua salada provoca nubes tóxicas. El único fallecido por el volcán de Teneguía en 1971, de hecho, murió a causa de la inhalación de estos gases. Por ese motivo, el dispositivo de Protección Civil se ha intensificado, porque “puede generar explosiones y emisión de gases nocivos”, según el comité de crisis (Pevolca).
CACTUS24 28-09-21