Tras capturar un enorme cocodrilo de cuatro metros de longitud, el cazador John Hamilton lo llevó a la planta de procesamiento Red Antler de Shane, en Yazoo City (Misisipi, EE.UU.), para hacerlo disecar. Y lo que se encontró en su interior dejó a todos sorprendidos.
Al examinar el estómago del saurio, de más de 340 kilos, descubrieron dos objetos inusuales: una punta de flecha y una plomada (un instrumento pesado con forma de lágrima) que, según los historiadores, eran piedras utilizadas por los nativos americanos hace miles de años.
En la página de Facebook de Red Antler difundieron el descubrimiento con un mensaje: «Hemos estado cortando unos cuantos cocodrilos grandes para ver lo que había en su estómago. Hasta ahora todos han tenido allí algo genial. Pero el cocodrilo de cuatro metros traído hoy por John Hamilton produjo la sorpresa del año».
Smith especuló en un primer momento que el caimán pudo haberse comido una flecha que alguien le había disparado, pero ese no era el caso. Entonces pensó que probablemente se trataba de algo que estaba tirado por ahí y que el reptil se comió en un intento de ayudarse en la digestión, ya que esos animales a veces tragan piedras para romper los trozos más duros de los huesos que ingieren, según le comentó a Clarion Ledger.
James Starnes, director de geología de superficie del Departamento de Calidad Medioambiental de Misisipi, examinó una foto de la punta de flecha y determinó que el objeto no es exactamente eso. Es la punta de un arma primitiva de probablemente 5.000 a 6.000 años de antigüedad, mientras que la plomada databa de alrededor del 1700 a.C.
Utilizado ya por entonces en la pesca para lastrar las redes, el objeto está hecho de hematita u óxido férrico.
CACTUS24 14-09-21