El papa Francisco se ha reunido este domingo con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, con quien mantiene diferencias en asuntos como la inmigración, y ha advertido en su visita a Budapest sobre los brotes de odio y antisemitismo que surgen «en Europa y en otros lugares».
En su primer viaje tras la operación de colon a la que fue sometido el pasado 4 de julio, el pontífice, de 84 años, ha aterrizado en la capital húngara, donde permanecerá apenas unas horas para participar en la clausura del Congreso Eucarístico, y trasladarse después a Eslovaquia, como parte de una breve gira por Europa central.
A su llegada a Budapest, Francisco se ha reunido con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el presidente del país, Janos Ader, durante 40 minutos a puerta cerrada y sin cámaras .
El Vaticano -que ha facilitado algunas imágenes de la reunión- ha explicado en un comunicado que entre los temas tratados se habló «del papel de la Iglesia en el país, el compromiso para la salvaguardia del ambiente, la defensa y la promoción de la familia».
Por su parte, el primer ministro ultranacionalista ha señalado en las redes sociales que había pedido al papa durante el encuentro que «no deje que la Hungría cristiana perezca». El mandatario de fe calvinista y que participó a la misa oficiada por Francisco con su mujer, que es católica, se ha presentado siempre como paladín de la defensa de los valores y raíces cristianos de Europa.
Este es el primer encuentro de Orbán y Francisco, que se habían aludado únicamente en un par de ocasiones en el Vaticano durante las reuniones de líderes políticos cristianos europeos.
La brevedad de la estancia del pontífice en Hungría evidencia las posiciones distantes con Orbán, sobre todo en materia de inmigración pues el papa aboga por la acogida de migrantes mientras el mandatario húngaro lidera a los países que rechazan la llegada de refugiados, al considerar que son foco de terrorismo. Sin embargo, en el comunicado del Vaticano no se menciona la cuestión de la migración entre los temas tradados en la reunión.
Reunión con cristianos y judíos
En la capital húngara, Francisco ha celebrado un encuentro en el Museo de Bellas Artes adyacente a la plaza de los Héroes, donde se ha reunido con los representantes de los cristianos, que suponen el 52% de la población, y con la comunidad judía, fuertemente diezmada durante la invasión nazi y de la que quedan cerca entre 10.000 y 15.000 miembros en todo el país.
El papa ha exhortado a ambos grupos a dejar atrás «las incomprensiones de pasado» y a comprometerse contra la «amenaza del antisemitismo, que todavía serpentea «en Europa y en otros lugares». En su opinión, se trata de «una mecha que hay que apagar y la mejor forma de desactivarla es trabajar en positivo juntos, es promover la fraternidad», destaca RTVE.
CACTUS24 12-09-21