Cada 27 de junio se celebra en Venezuela el Día del Periodista, sin embargo, queda poco por celebrar. Hoy el ejercicio del periodismo se ha convertido en una profesión riesgosa. Las y los periodistas desempeñan su labor en medio de un entorno de criminalización, represión y censura.
Desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) hemos registrado en apenas los primeros cinco meses del año 2021 al menos 88 actos de criminalización en contra del periodismo en Venezuela, a través del ejercicio de patrones que son practicados por quienes hoy detentan el poder y que incluyen actos como amenazas, estigmatizaciones, hostigamientos, violencias, detenciones arbitrarias, impedimento de circulación para el reporte de noticias, cierre de programas de radio y/o televisión, cierre de emisoras de radios, incautación de equipos, embargos, apertura de procedimientos judiciales, y bloqueos de páginas web.
El ejercicio de estos patrones que criminalizan la labor del periodista son practicados haciendo uso de los medios de comunicación, redes sociales y programas transmitidos por el canal de televisión del Estado, que funciona a merced del gobierno de Nicolás Maduro. También son utilizados los agentes de las fuerzas de seguridad, e incluso grupos irregulares que actúan bajo la mirada y aquiescencia del Estado. Asimismo, el control del aparato estatal se pone de relieve a través del uso de los poderes públicos ,y particularmente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que actúa como brazo ejecutor de estas prácticas de criminalización y censura.
El día del periodista, lejos de celebrar, se convierte en un día para documentar, denunciar y condenar el entorno restrictivo bajo el cual se ejerce el periodismo en Venezuela, que no solo afecta y pone en riesgo los derechos humanos de las y los periodistas, sino que también afecta el derecho de la población a estar informada y escoger un medio libre y transparente para recibir la información.
Los primeros cinco meses del año 2021 han demostrado el empeoramiento de las ya riesgosas condiciones en las cuales las y los periodistas han ejercido su trabajo en los últimos años en Venezuela, tal es así, que a la fecha Venezuela ocupa el puesto 148 de 180 países en la clasificación mundial de la libertad de prensa [1].
En lo que va del año han ocurrido al menos 47 actos de amenazas, hostigamiento y violencia, 2 casos en los que se ha impedido el libre tránsito para la trasmisión de una noticia, 2 allanamientos con incautación de equipos, 6 ataques a portales web, 7 actos de criminalización basados en la cooperación financiera internacional, 2 cierre de programadas radiales, una clausura temporal a un medio de información, 3 emisoras han salido del aire por motivos políticos, un diario ha dejado de circular en su modalidad impresa por la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país, 5 procedimientos judiciales han sido abiertos y 12 trabajadores de la prensa han sido detenidos arbitrariamente.
En este contexto, recientemente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) han instado al gobierno de Nicolás Maduro a abstenerse de utilizar mecanismos de presión directa o indirecta dirigidos a silenciar la labor informativa de los comunicadores, de acuerdo con el principio 13 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la CIDH. En particular, remover todas las restricciones desproporcionadas que impiden que los medios de comunicación puedan cumplir cabalmente su labor [2].
Desde Cepaz reconocemos el rol fundamental que tiene el periodismo en la transmisión libre, transparente y universal de la información, y además el importante trabajo que las y los periodistas en Venezuela realizan para que, aún en medio de un entorno de múltiples obstáculos y adversidades, la población se mantenga informada.
Asimismo, observamos con mucha preocupación la agudización de la criminalización y la censura en Venezuela. El ejercicio del periodismo es un elemento fundamental del derecho humano a la libertad de expresión que además es un instrumento esencial para la existencia de la democracia, por lo que condenamos y exigimos el cese de las prácticas de patrones que restringen el espacio cívico en el que se desarrollan las y los periodistas y que hacen que hoy desempeñen su labor a riesgo de ser víctima de grave violaciones a sus derechos./CEPAZ.
CACTUS24 27-06-21