La candidata derechista Keiko Fujimori insistió este sábado en que hubo «fraude» en el balotaje presidencial del domingo en Perú, a pesar de que la OEA afirmó que fueron limpios, mientras el izquierdista Pedro Castillo sigue al frente del escrutinio.
«Hay fraude en la mesa, manipulación en mesa», así como «hechos muy graves en esta última etapa» del conteo de voto, afirmó sin aportar pruebas contundentes Fujimori durante una reunión con la prensa extranjera, mientras sus opciones de ganar el balotaje parecen cada vez más reducidas.
«Voy a reconocer los resultados, pero hay que esperar el final», prometió la candidata, insistiendo en que hubo irregularidades que habrían favorecido a su rival, un maestro de escuela rural de Cajamarca (norte).
Los analistas creen que, ante lo que parece ser una inminente victoria de Castillo, Fujimori intenta sembrar dudas sobre la legitimidad del proceso electoral para no aparecer como derrotada y no ver disminuido su liderazgo político.
«Busca aferrarse al discurso del fraude porque si no se derrumba todo lo que ha hecho. Es la manera de librarse del fracaso, de la caída”, dijo a la AFP el analista Hugo Otero, exasesor del difunto expresidente Alan García.
«Aquí no hay [todavía] ganadores ni perdedores», expresó Fujimori, quien aseguró que la «izquierda internacional está interviniendo» en los comicios en Perú, en alusión a los saludos a Castillo por su «victoria» de líderes latinoamericanos, entre ellos el mandatario argentino, Alberto Fernández, y el expresidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva.
«Se ha visto el saludo del presidente Fernández», deploró la candidata, de 46 años, quien enfrenta su tercer balotaje.