Un niño de tres años avisa por teléfono a su padre de que su madre y su hermana, un bebé de dos meses, han muerto.
Todo empezó cuando Mariana Ojeda, de 30 años y madre de tres hijos, estaba en su casa de Corrientes, una ciudad de Argentina, con dos de sus niños. La hija mayor estaba en casa de su abuela y Gabriel, su marido, se encontraba trabajando.
Después de varias horas tenía que ir a recoger a su hija, como había quedado con su familia.
Pero no acudió y las alarmas saltaron. Tras varias llamadas que Mariana no respondía, la familia se preocupó y avisó a Gabriel, el marido, de que su mujer no respondía. El hombre decidió intentar por su cuenta llamar a su esposa varias veces, sin éxito.
Finalmente, una de las llamadas obtuvo respuesta. Pero no de Mariana, sino del hijo pequeño, de tan solo tres años, que le dijo: «Mamá está durmiendo».
Esta frase alteró al hombre, que empezó a temerse una tragedia. Se desplazó rápidamente a su casa, donde encontró a Mariana muerta en la cama, junto a su bebé, una niña de dos meses también fallecida, informa el medio argentino Clarín.
Los cuerpos no mostraban signos de violencia y la autopsia determinará las causas de la muerte. Pero las primeras hipótesis apuntan a que la joven, que padecía de hipertensión severa, habría sufrido un shock y al morir había aplastado y asfixiado a la pequeña, a la que estaba amamantando.
Cactus24/07-05-2021