Mustapha B., el hombre de 42 años que se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel acusado de asesinar de ocho puñaladas a su novia, de 20, ha dicho ante el jurado que lo enjuicia que la víctima se habría clavado ella misma el cuchillo que llevaba en una discusión en un coche en agosto de 2018 en Dúrcal.
Durante la primera sesión del juicio que acoge esta semana la Audiencia de Granada España, que ha arrancado este lunes en la Sección Segunda tras la conformación del jurado popular, el procesado ha sostenido que, después de que la joven sacara un cuchillo, perdió el control del vehículo donde se desplazaban y acabó clavándoselo.
Mustapha, que aunque no se ha declarado autor del crimen sí ha pedido «perdón» a la familia de la víctima al inicio de la vista, ha informado a Efe el abogado de la acusación particular, Francisco Ruiz Baena.
El acusado ha negado, asistido por un traductor, desavenencias en la pareja hasta que, unas dos semanas antes de los hechos, ella «empezó a tomar drogas», por lo que empezaron a hacerse frecuentes las discusiones y los «gritos» de ella.
Ha explicado que aquella noche recogió sus cosas en bolsas y maletas para abandonar la casa, ante lo que ella le habría prometido «dejar de tomar drogas». Cuando le pidió para consumir, y «empezó a perder los nervios», él se dispuso a marcharse en su coche, y la joven le habría seguido, siempre según la versión del acusado, quien ha añadido que no sabía que en ese momento ella «tenía una navaja escondida».
Discutiendo en el coche, ha alegado que no esperaba que ella sacara el cuchillo, por lo que «perdió el control» del coche, que nunca llegó a parar, y, a su vez, cogió «el cuchillo de la mano» para apartarlo, aunque con «los golpes», y la salida de la carretera, le habría estado «dando a ella», que «cayó encima» del arma. Posteriormente, con la mujer «con vida pero no consciente», se dirigió al «hospital». Su objetivo era «salvarle la vida», ha agregado posteriormente.
Esta nueva declaración contrasta con la que el acusado mantuvo en la fase de instrucción, cuando sostuvo que se había encontrado a la chica desangrándose en un paraje apartado, lo que ha motivado ahora que la Fiscalía haya solicitado que se visualice en el juicio la grabación del referido testimonio.
Este martes está previsto que comparezcan en el juicio la madre y la tía de la fallecida y los sanitarios que intentaron atender a la chica cuando el acusado la dejó en un centro de salud, entre otros testigos.
A las puertas del tribunal, la madre de la joven, Belinda Justo, ha pedido justicia y ha asegurado que el procesado era «muy controlador y celoso» y que solo dejaba salir a su hija con ella.
La progenitora, que ejerce la acusación particular junto al hijo menor de la víctima, ha explicado que, desde que ocurrió el crimen, ha vivido una especie de «duelo congelado» porque no ha tenido casi tiempo de «pararse a pensar» asumiendo el cuidado del niño de la pareja.
Su abogado, Francisco Ruiz Baena, ha informado de que, al igual que la Fiscalía, piden 25 años de prisión por asesinato contra el procesado, Mustapha B.
La relación entre ambos comenzó en 2013 cuando ella era menor de edad, y al cumplir los 18 años la pareja inició la convivencia en un domicilio de Dúrcal (Granada), en cuyos alrededores, sobre la medianoche del 14 de agosto de 2018, el acusado conducía un vehículo acompañado por la víctima, que iba situada en el asiento del copiloto, según el relato provisional de la Fiscalía.
La joven no pudo defenderse
Entonces, con el evidente propósito de causarle la muerte, el hombre esgrimió un cuchillo y se lo clavó hasta en ocho ocasiones. La joven no pudo defenderse en forma alguna por lo «repentino e inesperado» de la acción. Resultó con distintas heridas en labios, cuello, hombros, mano, antebrazo y muñeca, y concretamente una de ellas llegó a perforarle un pulmón y el corazón, lo que le provocó la pérdida masiva de sangre y la muerte.
Sobre las 0.20 horas, el acusado, de nacionalidad marroquí, llegó en el vehículo con su pareja al centro de salud de Dúrcal tocando el claxon y, cuando salieron a su encuentro el médico y el celador de guardia, les gritó que la curaran.
Según la Fiscalía, el acusado, que tiene «intactas» sus capacidades intelecto-volitivas, causó la muerte de su pareja «por el hecho de ser mujer» y culminó «un acto de dominio y superioridad sobre ella,» ya que desde el inicio de la relación había sido frecuente que le gritara y dirigiera improperios.
Cactus24/09-03-2021