El exdiputado a la Asamblea Nacional, Rafael Veloz, alertó que en Venezuela más de 400 trabajadores de la salud han perdido la vida ante la falta de insumos por la pandemia del COVID-19.
“Los trabajadores sanitarios desde que se inició la pandemia han formulado reclamos por las carencias de los equipos indispensables de bioseguridad que requieren y hasta ahora han sido ignorados”, indicó el parlamentario.
Asimismo, el legislador reveló que según los datos de Confepuv e Inprenfermería solo en lo que va de año son 18 profesionales de la salud han perdido la vida.
“Por ese sueño debemos seguir alzando nuestra voz en cada rincón del país, en la calle como ciudadanos que somos, siempre confiados en que podemos lograr una Venezuela próspera y democrática. Es por eso que debemos seguir exigiendo el apoyo internacional para salir de esta pesadilla, el respeto de los derechos humanos, ahora más que siempre la ayuda humanitaria, y lograr unas elecciones justas, libres y transparentes”, concluyó.
A continuación comunicado íntegro:
En el lapso comprendido del 18-01-21 al 24-01-21 se contabilizaron 18 decesos entre médicos y personal de enfermería, según reportaron el Frente Amplio Profesional-Salud, la Confederación de Profesionales Universitarios de Venezuela e Inprenfermería.
Todos los temores y las voces de alerta que apuntaban que eran grandes las posibilidades de que se incrementara en cualquier momento el número de fallecidos del personal sanitario del país durante este mes de enero. lamentablemente, traspasaron los límites de las predicciones para convenirse en una tangible realidad.
El Frente Amplio Profesional-Salud, la Confederación de Profesionales Universitarios de Venezuela (Confepuv) e Inprenfermería, dieron a conocer este lunes el repone de fallecidos por COVID-19 de los trabajadores sanitarios en el lapso comprendido del 18-01-21 al 24-01-21. Resaltan en el informe que se produjeron 18 nuevos decesos (15 médicos y tres profesionales de enfermería), para elevar el número a 411, desde el comienzo de la pandemia en Venezuela, el 13 de marzo de 2020.
La cifra de este último repone es la más alta desde la semana del 20 al 27 de septiembre de 2020, cuando se registraron 28 decesos de trabajadores de la salud en todo el territorio nacional.
La situación trae al tapete una vez más la existencia de un subregistro en el número de contagios y muertes por complicaciones del SARS-coV-2. Esto se deduce al comparar la cantidad de fallecidos del personal de salud de 411, con los decesos que informa la comisión del régimen creada por la pandemia del coronavirus, de 1.148 muertes en total hasta este domingo 24 de enero. La base de esa deducción es que no hay país en el mundo, por muy pobre que sea, en que el número de muertes de su personal de salud se ubique en más del 33% de los fallecidos totales, como es el caso de Venezuela, lo cual se considera escandaloso.
Los trabajadores sanitarios desde que se inició la pandemia han formulado reclamos por las carencias de los equipos indispensables de bioseguridad que requieren y hasta ahora han sido ignorados por el Estado venezolano, como han denunciado constantemente. Estos profesionales también han levantado la voz por las pobres condiciones sanitarias y de desabastecimiento de insumos clínicos, medicinas y artículos de limpieza en los centros de salud pública.
23 DE ENERO: UNA FECHA EMBLEMÁTICA
El Frente Amplio Profesional-Salud. Confepuv e Inprenferrnería en su reporte semanal y frente a la grave situación del país, presentaron sus reflexiones tras cumplirse el pasado sábado el 63 aniversario del 23 de enero de 1958, que marcó el final de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
“Es una fecha emblemática e inolvidable para los venezolanos. Buena parte del país la considera un hito en la historia nacional, pero también en un símbolo de libertad y democracia, alcanzadas a través de la unión cívico-militar. Las repercusiones y el significado de ese acontecimiento están hoy más presentes. después de poco más de seis décadas, con aspectos críticos como el decaimiento socioeconómico y el de la frustración en las expectativas colectivas”, afirman.
“Es por eso que el sector salud, a pesar de aquellos años que no olvidaremos, en los actuales continuamos siendo un espejo de ellos, porque la calidad de vida es cada día más precaria. Al régimen de Maduro no le importa la salud del pueblo venezolano y menos la del sector salud. Es insólito y se dice, pero como que no creemos, que estemos aún anestesiados sufriendo de olvido mental y paralizados. No luchamos todos juntos para reclamar por nuestros derechos vulnerados y cumplir con nuestros deberes constitucionales, aun viendo la destrucción de la democracia por la cual tanto hemos luchado”, sentencian.
SOS AL MUNDO: ¡NO NOS DEJEN SOLOS!
Los trabajadores de la salud, nuevamente, denuncian que los centros de salud continúan en estado de abandono, sin material médico quirúrgico y hasta sin oxígeno, algo de vital importancia para los pacientes con coronavirus.
“Lo más grave es que el Ministro de Relaciones Exteriores anunció el envío de 80 mil kilos de oxígeno a la ciudad de Manaos en Brasil, cada 7 días. Mientras, aquí nuestros ciudadanos se nos están muriendo a consecuencia de este virus chino. Las cifras de los fallecidos del sector salud son más preocupantes ahora: una de las tantas consecuencias es la escasez de medicamentos. oxígeno. equipos de protección personal. así como también la falta de salarios dignos que satisfagan necesidades primarias como alimentos, medicinas, transporte. gas. vivienda, gasolina, y pare usted de contar, pero para otros países sí hay de todo, como es el
caso con Cuba”.
“El 23 de enero se ha ganado su sitial de honor en la historia de Venezuela y nos gustaría soñar que en el futuro será recordado como el día del fin de una dictadura como el del principio del fin de otra. Son muchas las fechas patrias decretadas que se han olvidado, y la del 23 de enero el poder ha querido que también salga de nuestra memoria, pero ahí está intacta y queremos soñar que siempre representará lo hermoso que es vivir en libertad”, resaltan.
“Por ese sueño debemos seguir alzando nuestra voz en cada rincón del país, en la calle como ciudadanos que somos, siempre confiados en que podemos lograr una Venezuela próspera y democrática. Es por eso que debemos seguir exigiendo el apoyo internacional para salir de esta pesadilla, el respeto de los derechos humanos, ahora más que siempre la ayuda humanitaria, y lograr unas elecciones justas, libres y transparentes.
Los venezolanos gritamos al inundo un SOS: ¡No nos dejen solos!
Cactus24/26-01-2021