Las autoridades del departamento colombiano de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, reforzaron este viernes las restricciones de movilidad con un toque de queda que prohíbe además el tránsito de migrantes a pie y en vehículos para mitigar la propagación del coronavirus.
Norte de Santander, donde se han confirmado 37.915 contagios por la covid-19, se mantiene en alerta roja epidemiológica por el aumento de los casos y enfrenta una preocupante crisis en la red sanitaria que llegó el 100 % de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Según explicaron las autoridades, la norma estará vigente desde hoy hasta al 27 de diciembre, y del 1 al 3 de enero de 2021, y aplica para los colombianos y para la población migrante y en todos los municipios limítrofes.
«Las disposiciones de no movilidad incluyen a la población migrante. Hemos tenido comunicaciones con las autoridades del estado Táchira para informar que la llegada a la línea de frontera no está permitida, tampoco está permitida la movilidad de migrantes venezolanos a pie o en transportes irregulares», explicó el Secretario de Fronteras y Cooperación Internacional, Víctor Bautista.
Según el despacho de Bautista, desde hace varios días se vienen presentando flujos de migrantes que sobrepasan las 1.000 personas al día, un «indicador de alerta por las condiciones humanitarias en que se movilizan a través del departamento».
Por el alto flujo de caminantes, las autoridades recordaron que la frontera entre Colombia y Venezuela, de 2.219 kilómetros, se mantiene cerrada hasta el próximo 16 de enero de 2021, como lo dispuso el Gobierno Nacional.
«Estamos reforzando los controles con fuerza pública y enviándole un mensaje a los migrantes del otro lado de la frontera para que entiendan que la frontera nuestra está cerrada», aseguró el gerente de Frontera de Colombia, Lucas Gómez.
Sin embargo, el funcionario recordó que por razones humanitarias las autoridades del departamento mantienen la política de atender a los caminantes «venezolanos que están huyendo de un régimen que no les da ni siquiera alimentación».
«No es fácil arrancar a caminar con sus niños, muchas veces niños de brazos, hay que ponernos un poco en los zapatos de los demás y entender que el drama que ellos están viviendo allá implica que nosotros tengamos que recibirlos acá», subrayó Gómez sobre la atención que el país ofrece a los migrantes más vulnerables.
Según Migración Colombia, en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, se han radicado más de 100.000 venezolanos, cifra superada únicamente por Bogotá donde hay concentrados 333.000 de los 1,71 millones de venezolanos que viven en el país.