Las autoridades de Brasil rescataron a una mujer identificada como Madalena Gordiano que vivió en condiciones de esclavitud durante 40 años, en la casa de un profesor universitario.
El suceso ocurrió el 27 de noviembre en la ciudad de Patos de Minas en el estado de Minas Herais.
Los vecinos empezaron a recibir notas debajo de la puerta, escritas en servilletas, que pedían un poco de dinero para comprar productos de higiene personal.
De acuerdo con la investigación, fue entregada por su madre a la familia del hombre cuando apenas tenía ocho años.
Sin embargo la adopción nunca llegó a ser formalizada.
Durante ese tiempo, la mujer trabajó para la casa sin tener un salario mínimo garantizado ni descanso semanal remunerado. Además de que vivía en malas condiciones.
La trabajadora dormía en una habitación de menos de tres metros de largo por dos metros de ancho. Estaba mal ventilada y no tenía ventaja alguna, según comentó el inspector a cargo del rescate.
Asimismo señaló que los empleadores le daban comida cuando tenía hambre pero le quitaron todos los demás derechos.
La obligaron a casarse
Madalena fue obligada a casarse con un militar, tío de la esposa del profesor, pero nunca convivió con él.
Poco después, el hombre falleció dejando dos pensiones de aproximadamente 8.000 reales mensuales, pero nunca recibió ese dinero, y contó que su jefe controlaba su cuenta, dándole únicamente unos 200 o 300 reales al mes, entre 38 y 58 dólares mensuales.
De acuerdo con la oficina del fiscal general se están adelantando audiencias con los empleadores de Madalena a un ritmo urgente para alcanzar un acuerdo de reparación por los daños morales y materiales causados a ella y a la sociedad.
La familia del profesor emitió una respuesta ante el escándalo mediante un comunicado dado a conocer por su abogado en los siguientes términos: “Con respecto a todas las interpretaciones posibles y válidas y al derecho de manifestación en una democracia, la defensa informa que aún no ha tenido acceso a todos los elementos que involucran a Madalena. La revelación prematura e irresponsable, por parte de inspectores y agentes estatales, ante de un proceso que por sentencia reconoce la culpabilidad, viola los derechos y datos sensibles de esa familia y atenta contra su seguridad personal. La defensa continuará, discreta y seria, actuando exclusivamente dentro de los límites constitucionales y el debido proceso. y una reflexión cuidadosa, después de conocer todos los hechos, nunca creará daño “.
Cactus24/23-12-2020