El Gobierno iraní se dispone a enviar a Venezuela una flota de unos diez petroleros de crudo, su mayor envío hasta la fecha al país latinoamericano.
Parte de la flota se ocupará también de exportar crudo venezolano una vez desembarque todo su cargamento, según fuentes próximas a la operación a Bloomberg.
El Gobierno de Nicolás Maduro profundiza así en su relación de apoyo con Irán en un momento en que ni siquiera Rusia o China se atreven a desafiar el bloqueo norteamericano a Venezuela, país que en su momento fue uno de los principales exportadores de crudo a Estados Unidos.
Esta nueva remesa llega en un momento en que las reservas de los últimos envíos iraníes, llegados a principios de octubre, se están agotando. El último transporte involucró a solo tres cargueros iraníes, menos de la tercera parte que la composición total de la nueva flotilla.
Los cargueros suelen acercarse a Venezuela con su transpondedor apagado para evitar la localización por satélite. En otros casos, las autoridades iraníes han cambiado el nombre de los cargueros para dificultar su registro.
Esto ocurre a la par de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados acordaron aumentar la producción de petróleo en 500.000 barriles por día (bpd) a partir de enero de 2021. Con esta decisión, los recortes totales de producción a partir de 2021 se ubicarán en 7,2 millones de bpd, hoy en día el recorte es de 7,7 millones de bpd. El mercado esperaba que la Opep mantuviera el recorte de 7,7 millones de bpd por lo menos hasta marzo del 2021.
Esta decisión parece el resultado de un compromiso entre los países que deseaban prolongar las reducciones actuales de dos millones de barriles, y los que buscaban ajustarse al calendario decidido tras duras negociaciones en abril de 2020.
