Un hombre de 44 años falleció el pasado sábado 19 de septiembre por síntomas asociados a coronavirus en la carrera 17 del sector Los Cocos, parroquia San Simón de Maturín. Sin embargo, el cadáver del infortunado explotó la mañana de este lunes 21.
El fuerte olor alertó a los vecinos y un grupo de ellos se cubrió con sábanas y también el cuerpo para sacarlo hasta la avenida Orinoco, mientras consiguen el dinero para comprar un ataúd y llevarlo hasta el cementerio municipal.
Se conoció que un día antes de la muerte, no recibió atención médica a pesar de que fue llevado hasta el Hospital Manuel Núñez Tovar en los días de la cuarentena radical; afirmaron que no lo admitieron por no haber disponibilidad, testificó un vecino del hombre.
La mañana del domingo, los vecinos hicieron las diligencias para enterrar el cuerpo, pero la falta de gasolina y los altos costos de la fosa y de la cremación impidieron la movilización del cadáver.
En este sentido, decidieron arriesgarse y dejar el cuerpo en la habitación mientras esperaban respuestas de las solicitudes de ayuda hechas a la gobernadora Yelitze Santaella y el alcalde Wilfredo Ordaz, que hasta el momento de la publicación de esta nota no habían llegado, indicaron los denunciantes de Los Cocos.
Cactus24 (21-09-2020)