Los militares en Malí tomaron el poder tras disolver la Asamblea Nacional, forzar la renuncia del presidente Ibrahim Boubacar Keita (IBK) y de su gobierno y crear un Comité Nacional para la Salvación del Pueblo, pero se enfrentan al aislamiento internacional.
De acuerdo a Efe cinco uniformados comparecieron el martes ante la televisión pública maliense ORTM y leyeron un comunicado en el que confirmaron el derrocamiento del régimen de IBK y prometieron una transición hacia unas elecciones en un plazo razonable que no precisaron.
El comunicado lo leyó el teniente coronel Ismael Waghe, que se presentó como portavoz, pero no está claro quién de los cinco es el que encabezará el poder, siendo los nombres de los coroneles Sadiou Camara y Malick Diaw los que suenan con más fuerza.
Esta primera aparición pública fue un recordatorio de los “males” que aquejan a Mali: corrupción política, violencia étnica y sectaria y desintegración territorial, con el añadido de la cantidad de bajas soportadas por los hermanos uniformados en ataques armados.
Los militares decretaron el toque de queda nocturno y el cierre de las fronteras aéreas y terrestres del país hasta nueva orden, aunque este cierre se anunció horas antes por los países vecinos, agrupados junto con Mali en la Comunidad de Estados de África del Oeste (Cedeao).
Cactus24/19-08-2020