El mechurrio de La Botija en la Refinería Cardón alumbró fuertemente el cielo en Punta Cardón y las imágenes de aquella llamarada tomadas por los vecinos empezaron a rodar en los mensajes de Whatsapp y en Twitter, junto a mensajes que mostraban preocupación en la ciudadanía.
Sin embargo, más tarde, el periodista Pedro Colina De Pool aclaraba que el evento no era motivo de alarma, solo se trataba del arranque de la Planta Catalítica del Centro Refinador Paraguaná.
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Y precisamente ésta es una muestra de la colaboración entre los ciudadanos, los periodistas y medios de comunicación en la construcción de noticias.
El acceso a las redes sociales ha convertido a los ciudadanos en una pieza fundamental dentro del periodismo. Con el avance en las tecnologías, la comunicación pasiva de los medios de comunicación ha cambiado y ahora las comunidades virtuales forman parte de la construcción de la información al aportar datos de interés, videos o imágenes.
Otro caso fue un video publicado en redes sociales sobre la acción militar en contra de la abogada Eva Leal, luego que -presuntamente- la jurista se negara a pagar un soborno a los funcionarios en el puente Macuto del estado Lara.
La agresión contra Leal fue grabada por los testigos y posteriormente fue replicada por los medios de comunicación nacionales e internacionales.
Esta acción generó que personalidades políticas y del gremio de abogados se pronunciara en rechazo a la actuación de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), así como la reacción del público que repudiaba el abuso de poder.
¡Nuevamente la GNB hace de las suyas! «La abogada Eva Leal, presuntamente se negó a pagar una vacuna de 5 unidades tributarias más Bs.150.000 por persona, discutió con la funcionaría y se genero la agresión» Esto ocurrió en el «Puente Macuto, Vía al manzano Barquisimeto Edo. Lara pic.twitter.com/QJcHOe4tCJ
— Jesus Medina Ezaine (@jesusmedinae) June 23, 2020
Sin embargo, ¿cuál es el límite de este llamado “periodismo ciudadano”?
Para Colina De Pool, el periodismo ciudadano aporta a la inmediatez de la noticia. Y a partir de la información recibida, queda de parte del periodista precisar y verificar la pertinencia de esos aportes.
“Hay que indagar. Preguntar qué lugar es ese, a qué hora fue. Es decir, tratar de apoyarse con elementos (informativos) más allá de una fotografía”, explica.
Para ello -refiere el comunicador- también se deben tener aliados dentro de los cuerpos de seguridad, instituciones o comunidades que ayuden a contrastar la veracidad de la información que se recibe.
Hoy en día, canales de televisión y medios digitales recurren a las redes sociales para buscar fuentes que posean fotografías o videos que en su mayoría son tomados por un teléfono móvil.
Incluso las grandes cadenas informativas como Al Jazeera, BBC, CNN o Euronews llegaron a utilizar 1.858 contenidos generados por usuarios; y en el caso de informaciones relacionadas con conflictos armados, llegaron a constituir el 44% de todo el material emitido, según información recabada por el periodista Jaime Velázquez en su artículo “Buscando la verdad en las redes sociales” (2006).
¿Puede el “periodismo ciudadano” convertirse en una amenaza para el periodista?
El “periodismo ciudadano” es una práctica que se ha concebido alejada de la gestión profesional. Y aunque tengan un importante valor social, no siguen un protocolo informativo adecuado, aun cuando, al igual que el periodista, se busque alcanzar la visualización de los acontecimientos.
De allí la importancia del profesional de la comunicación y la comprobación. Ya que -según reitera Colina De Pool- esta práctica puede resultar una amenaza para el periodista cuando no es verificada: “Siempre hay que dar el beneficio de la duda”.
En cambio, “el periodismo ciudadano puede ser un aliado en la medida que la fuente de información sea validada”, acota el comunicador.
Esta opinión concuerda con el artículo del autor Juan Carlos Suárez Villegas, de la Universidad de España (agosto, 2017), quien basado en entrevistas a periodistas, acota que los ciudadanos se expresan sin estar sujetos a un marco de calidad informativa y ética, por lo que el periodista “ha de ser un filtro para interpretar el interés que pueda haber en determinadas informaciones ciudadanas, para rastrear y comprobar elementos que sí sean pertinentes para la construcción de las noticias”.
¿Cómo diferenciar una noticia fiable a una falsa?
Validar el contenido de una información que vemos por las redes sociales nos ayuda a frenar una posible cadena de rumores. Por ello, antes de replicar algún contenido es importante pensar en estas cuatro preguntas sugeridas por la herramienta SPOT que busca frenar las noticias falsas o las llamadas “fake news”:
- ¿La noticia viene de una fuente o medio que te aporta credibilidad? Consulta la fuente del artículo y procura ser escéptico.
- ¿La noticia te ofrece una perspectiva sesgada de la historia? Piensa de forma crítica y busca diferentes puntos de vista sobre un tema.
- ¿Hay otras fuentes que también informan de la misma noticia? Verifica tú mismo los hechos y la validez de la historia.
- ¿Es actual la noticia? Verifica la fecha en que se ha publicado; a veces se usa información antigua para aprovechar el momento.
Tomando en cuenta estas preguntas, el ciudadano puede contribuir de manera responsable a la construcción de las noticias.
En el país, el periodismo ciudadano ha contribuido a generar un sistema de información alternativo a las censuras de algunos medios digitales.
Además, ha permitido a los periodistas consolidar una red de fuentes comunitarias de confianza.
Sin embargo, esta etiqueta de “periodista ciudadano” aún es objeto de controversia en niveles académicos y profesionales, al considerarse que solo remitir un contenido noticioso no otorga la categoría de periodista a cualquiera.
De cualquier modo, estas comunidades virtuales continúan aportando datos de interés general y cada vez son más los usuarios que se ven seducidos a compartir novedades e informaciones con los periodistas y el público.
Doriany Sánchez