La senadora opositora Jeanine Áñez sorprendió al autoproclamarse presidenta interina de Bolivia.
La decisión, que dijo haber tomado para “pacificar” el país, podría incrementar las tensiones porque se realizó en una sesión rápida sin respetar los protocolos de la Asamblea Legislativa y sin que este cuerpo reuniera un quórum que la respaldara.
Tras autoproclamarse mandataria interina, Áñez ingresó al viejo Palacio de Gobierno con una Biblia en la mano, aunque nadie le tomó juramento. Una vez ahí pidió un minuto de silencio para los cuatro muertos durante las protestas y llamó a las Fuerzas Armadas a ayudar a pacificar el país.
“Bolivia quiere vivir en paz. Sí se pudo, sí se pudo”, dijo antes de ser coreada por sus partidarios y anunciar que convocará a elecciones limpias y con autoridades probas.
La Constitución pone como plazo 90 días para ello.
Poco después, se escucharon bocinazos y petardos en la ciudad. Paralelamente, seguidores de Morales rechazaban la decisión a unas cuadras del lugar.
Luego del anuncio, el líder de las protestas, Luis Fernando Camacho, aseguró que más tarde se suspendería el paro y las movilizaciones en Santa Cruz, bastión opositor cuya presencia fue fundamental para presionar a Morales.
El ex presidente Carlos Mesa y principal rival de Morales en los comicios, se unió a la celebración con un mensaje en su cuenta de Twitter. “Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez. Nuestro país consolida con su posesión, su vocación democrática y la valentía de una gesta popular legítima, pacífica y heroica. Todo éxito en el desafío que afronta. Viva la Patria!!!!!”.
Áñez, que había convocado a la sesión, dijo que los legisladores debían aprobar la carta de renuncia de Morales y definir al sucesor interino.
“El país vive momentos dramáticos y todos los parlamentarios tenemos la obligación de dar certezas”, dijo más temprano, en rueda de prensa ante las dudas sobre la llegada de los legisladores del MAS.
Las movilizaciones seguían activas en La Paz, donde aviones militares ocasionalmente sobrevolaban la ciudad realizando patrullajes.
Bolivia vive un vacío de poder desde el domingo en la tarde cuando, tras más de 13 años en el poder, Morales dimitió.