Después de haberse hecho público que en Apple hay empleados que escuchan conversaciones privadas de las personas a través de Siri, la tecnológica basada en Cupertino informó que las revisiones de esa función han sido suspendidas temporalmente.
«Si bien llevamos a cabo una revisión exhaustiva, estamos suspendiendo la calificación de Siri a nivel mundial. Estamos comprometidos a ofrecer una excelente experiencia de Siri al tiempo que protegemos la privacidad del usuario», mencionó la empresa a través de un comunicado.
Apple indicó que se le permitirá a los usuarios elegir si desean participar o no en el proceso de calificación de Siri, algo que impediría que la compañía escuchara a los usuarios sin su consentimiento.
Este hecho es relevante tanto para la imagen de la compañía como para la percepción de los usuarios, pues Apple promociona la privacidad como un punto clave para la venta de sus dispositivos.
Es importante mencionar que la empresa tomó la decisión de suspender su programa por iniciativa propia, mientras que otras tecnológicas como Google ha tenido que hacerlo en otros temas de privacidad por petición de las autoridades de ciertos países.
Aunque la reacción por parte de la empresa fue relativamente pronta, el problema surgió cuando se dio a conocer que una pequeña proporción de las grabaciones de Siri (Apple dijo que era menos del 1%) se transmitían a los contratistas que trabajan para la compañía en todo el mundo.
Los empleados de Apple escuchaban, por ejemplo, información médica confidencial y a partir de esto su tarea era la de calificar las respuestas en una variedad de factores, incluyendo si la activación del asistente de voz fue deliberada o accidental, si la consulta fue algo con lo que Siri podía ayudar o si su respuesta fue apropiada.
En su momento, Apple le dijo al diario británico The Guardian, el cual fue el encargado de hacer la investigación a partir de la cual se conoció la información, que los datos «se usan para ayudar a Siri y al dictado a comprenderte mejor y reconocer lo que dices».
Sin embargo, un empleado que pidió permanecer en el anonimato le informó al periódico que le preocupaba el hecho de la falta de divulgación de esta práctica, pues para él eran frecuentes las activaciones accidentales con las que se recogía información personal «extremadamente sensible».
Sobre la posición de la empresa ante el problema hacia el interior, el contratista le señaló a The Guradian que se había alentado al personal a informar sobre las activaciones accidentales, «pero sólo como un problema técnico», sin procedimientos específicos para tratar grabaciones sensibles.
Para aminorar el asunto, la compañía dijo que las grabaciones no estaban vinculadas a una ID de Apple en particular, por lo que no se conocía la identidad de las personas, y quienes las escuchaban estaba en «instalaciones seguras y sujetas a las estrictas reglas de confidencialidad».
