El director estadounidense Woody Allen ha asegurado que, a sus 83 años, no piensa en jubilarse, a pesar de las denuncias de abusos presentadas por su hija adoptiva Dylan Farrow y el boicot hacia sus películas en Estados Unidos.
En este sentido, ha afirmado que su filosofía ha sido «centrarse siempre en el trabajo» y no prestar atención a «lo que ocurra» ni a lo sucedido con su «mujer, hijos o la política». «Trabajo siete días a la semana y no pienso en movimientos políticos y sociales», ha manifestado en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre el boicot al cineasta en EE UU relacionado con las denuncias de abusos por parte de su hija adoptiva Dylan Farrow y del movimiento MeToo.
Allen ha presentado en el Kursaal de San Sebastián algunos detalles de su próxima película, que lleva por título provisional ‘Rifkin’s festival’ y que comenzará a rodarse este miércoles en la capital guipuzcoana, acompañado por los actores Elena Anaya, Wally Shawn, Gina Gershon y Sergi López, y por Jaume Roures, productor de The Mediapro Studio.
En esta línea, el director ha afirmado que no está «equipado mentalmente para tener una visión profunda» de los movimientos políticos y sociales y que se centra «en las relaciones sociales, en la comedia». «No pienso en jubilarme, probablemente me muera montando alguna de mis películas o rodando», ha destacado.
Cactus24 (09-07-2019)