La directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) Perú, Marina Navarro, pidió este martes al Gobierno de Perú que «sea coherente» con el discurso político que ofrece, como líder del Grupo de Lima, y «revoque» la exigencia de visa humanitaria para los venezolanos.
«Perú ha dicho en innumerables ocasiones, como líder del Grupo de Lima, que en Venezuela se están cometiendo graves violaciones de Derechos Humanos. Sin embargo, por otro lado, intenta poner una restricción», indicó Navarro a Efe, en relación a la visa humanitaria puesta en vigor desde el pasado sábado para los venezolanos que quieran ingresar al país.
En esa línea, expresó su preocupación por el contexto en que el presidente peruano, Martín Vizcarra, anunció esta medida, durante el proceso de deportación de venezolanos que habían ingresado a Perú con documentación falsa u ocultando antecedentes delictivos.
El propio ministro del Interior, Carlos Morán, que acompañó al mandatario durante el acto de deportación, había dicho días antes que, con la llegada de venezolanos, la delincuencia había aumentado.
«Las personas que han sido condenadas son 300, sobre una población de más de 800.000», apuntó Navarro, por lo que alertó que «estas declaraciones pueden alentar un mensaje xenófobo».
Vizcarra justificó este lunes en una entrevista que esta medida busca que la migración de venezolanos sea «más ordenada y segura».
«No es que cerramos las puertas de la frontera. No lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer», agregó el mandatario.
Para Navarro, sin embargo, la medida de la visa humanitaria sigue siendo un «límite a personas que necesitan de protección internacional».
En ese sentido, señaló que, pese a que la normativa contempla excepciones y permite el ingreso de las personas de mayor vulnerabilidad, como enfermos, ancianos, niños y mujeres embarazadas, la sola existencia de este pedido «ha generado una ola de desinformación», que expone a esta población vulnerable a ser víctima de mafias que aprovechen su desesperación.
Por ello, hizo un llamado a que se conozca que «cualquier persona puede solicitar refugio», y que en el caso de los venezolanos, «la gran mayoría de ellos, por la propia definición recogida en la Declaración de Cartagena, necesitan de esta condición internacional», agregó.
Precisamente, desde la entrada en vigor de la visa humanitaria, los venezolanos que no se encuentran dentro de las excepciones establecidas por el Gobierno, han visto en la solicitud de refugio, la manera de poder ingresar al Perú.
Según cifras brindadas a Efe por la Cancillería, el día de entrada en vigor de la visa humanitaria, el sábado pasado, se solicitaron en el Centro Binacional de Atención Fronteriza de Tumbes, situado en la frontera con Ecuador, un total de 3.753 solicitudes de refugio, que beneficiaron a 4.475 personas.
Presentar la solicitud de refugio en Perú concede a los ciudadanos el derecho de transitar libremente, a la no devolución, a la educación, al trabajo, a la salud, a no ser discriminado, entre otros, hasta que la solicitud sea resuelta por las autoridades.
Según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en Perú los venezolanos han presentado más de 280.000 solicitudes de refugio, sin que, como señaló Navarro, las autoridades les hayan dado «una respuesta positiva o negativa».
«Actualmente se están resolviendo alrededor de 500 solicitudes por año, y la cifra de solicitudes está aumentando muy rápidamente», alertó Navarro.
Por ello, señaló que Amnistía Internacional Perú está pidiendo que, ante este gran número de gente que está huyendo, «se aplique la resolución prima facie. O sea, que se les acepte las solicitudes de refugio a primera vista».