viernes, diciembre 20, 2024
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Cómo mantener joven su cerebro: ¿El loro viejo aprende a hablar?

 

La frase común es que “loro viejo no aprende a hablar”. Sin embargo, la buena noticias es que la neurociencia ha demostrado que no es cierto! Nuestro cerebro posee “neuroplasticidad”; una capacidad que tienen las células cerebrales de amoldarse a los cambios y puede ser moldeable y flexible a cualquier edad. ¡Se ha demostrado que el cerebro de un adulto normal puede generar células nuevas!

Las células de nuestro cerebro se llaman “neuronas”. Cuando usted habla, piensa, siente, mueve su cuerpo, hace cálculos matemáticos, escucha música, mira los colores,  degusta comida, baila, siente frío o calor, piensa en el futuro, crea una idea o se enamora… en todo caso está usando sus neuronas. Ellas se conectan unas con otras generando distintas funciones. Toda la actividad humana, es en esencia, neuronas en acción.

Ahora, ¿Sabía usted que nuestro cerebro posee unas 100 mil millones de estas células? Para darnos una idea; si tuviéramos que contar hasta 100 mil millones segundo tras segundo, tardaríamos unos 3171 años en hacerlo! Pero además cada una de ellas tiene la posibilidad de conectarse con otras 25 mil neuronas vecinas! ¿Puede imaginar las infinitas posibilidades que tiene nuestro pensamiento?

Piense por un momento, en el idioma castellano tenemos 27 letras con las que hemos creado unas 350 mil palabras. Esa cantidad de palabras son las mismas 27 letras en distintos órdenes y combinaciones. Que en inglés pudo crear 500 mil palabras, en alemán 800 mil  y otros idiomas adicionales.  Imagine ahora usted, la posibilidad de creación de nuestro cerebro que posee no 27, sino 100 mil millones de letras…es decir, de células combinándose y asociándose unas con otras. Por eso decimos que el pensamiento tiene infinitas posibilidades.

Pero ¿te has enterado que si a alguna de estas maravillosas células le falta oxígeno durante tres minutos…muere? Por eso es tan importante la oxigenación. Actividades como caminatas al aire libre, yoga, tai chi, deportes y relajaciones mantienen tu cerebro joven. El agua es fundamental porque no sólo transporta oxígeno sino que mantiene la electricidad de nuestro órgano cerebral que al fin y al cabo es agua en un 70 por ciento!

Por otra parte, las drogas y el alcohol son capaces de producir la muerte de células cerebrales. Y cuando una neurona muere, muere para siempre. Esto hace que la persona pierda capacidades intelectuales y habilidades corporales. El estrés es también un enemigo. Se ha comprobado que los niños bajo estrés no desarrollan su cerebro y que su aprendizaje depende de su estado emocional. Los niños aburridos, no aprenden. Igual sucede con el adulto.

Es de especial consideración que el pensamiento negativo empobrece al cerebro, puede hacer que disminuya su tamaño tal como lo hace el estrés. Los pensamientos positivos, la actitud mental positiva y hacer obras de bien, no sólo le da vida a los años sino que le da años a la vida.

Otra capacidad que poseen las neuronas es que puede aprender a hacer lo que otra neurona muerta hacía. Es decir que las sustituyen en sus funciones. Se ha evidenciado casos de pacientes que han perdido motricidad por lesiones cerebrales y vuelto a recuperarlas mediante fisioterapia apoyada con visualizaciones mentales, imaginando que mueven la zona inmovilizada.

Para mantener nuestro cerebro joven, también es importante alimentarlo con información nueva. Nuestro órgano cerebral está diseñado para absorber y captar información nueva. Cuando ya no lo hacemos, la información se convierte en programas rutinarios que no contribuyen a su evolución. Por eso, aprender una disciplina nueva es importante. Un nuevo deporte, una habilidad artística, un nuevo idioma, artes o técnicas nuevas producen la neuroplasticidad cerebral, es decir, nuestras células aprendiendo y haciendo nuevas asociaciones.

Los juegos de sopas de letras, los crucigramas, los acertijos y en especial para los adultos los juegos de videos son buenos estimuladores para un cerebro joven. Y por supuesto, especial atención merece la alimentación. Una dieta rica en ácidos graso omega 3. Los frutos secos como las nueces, almendras y avellanas. Las verduras de hojas verdes, el aceite de oliva y los alimentos integrales son esenciales para un cerebro sano.

Por lo tanto, anótelo: loro viejo si aprende a hablar!

Lic. Indiro Delgado

Máster Trainer en Psicogerencia

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CACTUS24 (15-09-16).

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