LA BRUJA:EE.UU, CANADA, UK, 2015
Director: Robert Eggers
Guión: Robert Eggers
Productora: A24 / Code Red Productions / Pulse Films / Scythia Films
Fotografía: Jarin Blaschke
Música: Mark Korven
Elenco: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, otros.
Los restos arqueológicos de las primeras civilizaciones de la humanidad junto a la tradición oral y escrita de diferentes culturas, pasando desde luego por la Biblia, aseguran que el Diablo posee la habilidad de adquirir múltiples formas, a veces a lo que más deseamos otras a lo que más tememos, hasta hacer caer al más fiel de los creyentes hacia el oscuro foso del pecado.
Este delicado tema que mucho tiene que ver con la fe ciega y la superstición ha hecho relucir por cuanto festival de cine donde se ha exhibido al filme “La Bruja”, opera prima del director y guionista Robert Eggers, quien ha confeccionado con limitados recursos económicos un perturbador relato rico en matices históricos, religiosos, psicológicos y folklóricos. “La Bruja” es un cuento oscuro que ha sido contado generación tras otra en casi todas las disciplinas artísticas incluyendo el cine, quien desde sus comienzos ha dotado al “Maligno” de múltiples formas estéticas en filmes antecesores al de Eggers como “Haxan: la brujería a través de los tiempos” (1922), “Él bebé de Rosmery” (1968), “Los Demonios” (1971), “La garra de Satán” (1971), “El Exorcista” (1972), “El Resplandor” (1979), “Ojos de fuego” (1983), “The Crucible” (1996), “El proyecto de la bruja de Blair” (1999), “La aldea” (2004), “El último exorcismo” (2010), entre otros.
“La Bruja”, coproducción norteamericana-canadiense-británica, retrata el conflicto de una devota familia de puritanos ingleses en la naciente Norteamérica del año 1630 aproximadamente, quienes al ser expulsados de la comunidad donde habitaban se dirigirán a vivir en los linderos de un bosque esperanzados en un mejor porvenir, pero una bruja hará pedazos la felicidad, la fe y la cordura del núcleo familiar hasta hacerlos sucumbir a todos ante las oscuras fuerzas del mal.
“La Bruja” no es propiamente una película de terror convencional, más bien se vale de este género para narrar efectivamente, con el uso del plano general, el plano y el contraplano, el enfrentamiento entre la religión contra las costumbres paganas, igualmente una subliminal mensaje de índole sexual se esconde bajo la hermosa y virginal figura de Thomasin (Anya Taylor-Joy).
Su producción es rica en detalles de la época, especialmente el vestuario y la puesta en escena, la iluminación realizada con velas en las escenas interiores y luz natural en exteriores le confiere a la historia la sobrecogedora atmosfera de miedo a lo desconocido incluso cuando este miedo viene disfrazado de bruja, animal o locura. Especial atención a la simbología en algunas escenas alegóricas al tenebrismo, el surrealismo y la fantástica escena final de un aquelarre inspirado en las pinturas del maestro Goya.
Alejandro García