Jo Cox, la diputada laborista proeuropea de 41 años asesinada este jueves a tiros en la localidad inglesa de Birstall, era una política solidaria y comprometida con las causas humanitarias, con un futuro prometedor y muy querida por sus colegas de Westminster.
Nacida el 22 de junio de 1974 en Batley, en el condado de West Yorkshire (norte de Inglaterra), en el seno de una familia de clase trabajadora, Helen Joanne “Jo” Cox creció en Heckmondwike y estudió en la Universidad de Cambridge, donde se graduó en 1995.
Casada y madre de dos niños pequeños, Cox ejercía como diputada laborista por la circunscripción inglesa de Batley y Spen, donde fue elegida en las pasadas elecciones generales del Reino Unido en 2015.
Actualmente la joven política hacía campaña de manera muy activa en pro de la permanencia de este país en la Unión Europea (UE), de cara al referendo del próximo día 23.
Su pasión por la política y su implicación con el Partido Laborista no fue algo innato, según explicó ella misma en una entrevista concedida el pasado diciembre al diario local “Yorkshire Post”, sino que le vino tras su paso por la prestigiosa universidad británica.
Tras haber tenido una infancia “feliz”, estudiar en Cambridge fue una experiencia que la “marcó”, pues fue allí donde “comprendió” que “dónde has nacido, importa”: “Fue en Cambridge donde me di cuenta de que cómo hables, importa… a quién conoces, importa. Yo no hablaba de la manera adecuada, ni conocía a las personas adecuadas”, dijo.
La diputada, que habría cumplido 42 años el próximo miércoles, vivía con su familia en una vivienda construida dentro de un barco atracado cerca del Puente de la Torre de Londres (Tower Bridge), en las lindes del río Támesis.
Antes de su incursión en la política, donde muchos colegas la veían como una de las figuras más prometedoras del partido, Cox también desempeñó el cargo de jefa de políticas de la organización humanitaria Oxfam, que se dedica a combatir la extrema pobreza.
En su trayectoria laboral también figura su trabajo como asesora de varias personalidades vinculadas al Laborismo como Sarah Brown -la esposa del exprimer ministro Gordon Brown- y la baronesa Kinnock, para la Fundación de Bill y Melinda Gates y el grupo organizador de campañas contra la esclavitud “The Freedom Fund”.
La joven política fue una de los 36 diputados del Partido Laborista que propusieron al actual líder, Jeremy Corbyn, como candidato en las elecciones a la dirección el pasado año.
No obstante, Cox, que terminó dando su voto a Liz Kendall, reconocería tras las elecciones locales que se había “arrepentido” de haber apostado por el actual dirigente laborista.
Tras producirse este jueves la tragedia, la diputada era recordada por numerosos colegas con palabras de cariño y Corbyn destacaba en un comunicado que su joven colega era una persona “universalmente querida” en Westminster.
Según el líder del partido, a Cox no la apreciaban solo sus propios compañeros de partido, sino que era querida por colegas de otros grupos políticos en el Parlamento.
Por su parte, el número dos del Partido Laborista, Tom Watson, se refirió a la fallecida como “el futuro” del Laborismo.
El pasado año, uno de sus colegas de partido la definió como una “estrella al alza” dentro de esta formación.
En octubre de 2015, la joven diputada puso en marcha el llamado Grupo parlamentario multipartito Amigos de Siria, de cuya presidencia se encargó.
Ese mismo mes, la política laborista coescribió un artículo en el dominical británico “The Observer” junto con el diputado conservador Andrew Mitchell, en el que ambos argumentaban por qué las fuerzas militares británicas podrían ayudar a dar con una solución ética al conflicto sirio.
Sobre este conflicto, Cox se abstuvo en la votación celebrada en la Cámara de los Comunes el pasado otoño cuando los diputados decidían sobre si ampliar la ofensiva militar de las fuerzas británicas en Siria para combatir al grupo yihadista Estado Islámico.
EFE (16/06/2016)