martes, abril 23, 2024
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Yurigma y Lendymar, heroínas de la lámpara que desafían al COVID-19 con ingenio y vocación

La Lámpara es un símbolo de la enfermera  que representa  la luz, claridad y conocimiento que se requiere en todos los actos de cuidado.
Y hoy, cuando es el Día Internacional de la Enfermería, estos profesionales se enfrentan por segundo año consecutivo al desafío de la pandemia y el confinamiento, aunado a las repercusiones de este virus que recaen en la práctica clínica, en la gestión de cuidados y servicios, representando un verdadero desafío para las enfermeras.
Es por ello que Cactus24, trae a dos mujeres, dos historias y un fin común: la vocación e ingenio de atender al paciente en medio de una propagación de un virus mortal, con un alto déficit de personal, medicamentos, bajos salarios y casi en la desidia de condiciones laborales e infraestructuras en el hospital Dr. Rafael Calles Sierra de Punto Fijo.

Se trata de Yurigma Lugo y Lendymar Fernández, dos profesionales de la enfermería que nos relatan el día a día de una dama (hoy heroína) de la lámpara ―en honor a  Florence Nightingale― como una auténtica heroína en su país, así son nuestras entrevistadas en este especial 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermera.

Yurigma Lugo: recorre varios kilómetros en cola para servir bajo la luz nocturna

“Me gradué en el 2014 en la UNEFM y ejerzo desde el año 2016 la enfermería, soy personal fijo en el hospital Dr. Rafael Calles Sierra en el turno nocturno en el área de medicina interna”, así empezó su relato para Cactus24.

Yurigma explicó que “Nuestro día a día es algo estresante y un poco más para quienes vivimos en otros municipios. En lo personal para poder asistir a mi guardia que comienza a las 7:00 de la noche he tenido que salir desde el mediodía a la parada que queda cerca de la bomba de servicio de Moruy, municipio Falcón y a veces me ha tocado hasta regresarme porque no se consigue transporte ni cola”.

Contó que debido a la situación con el COVID-19, tanto para ella como para los demás empleados del sector salud de Paraguaná, se ha hecho difícil el traslado ante la falta detransporte.

Lugo nos reveló que al principio de la pandemia las personas “nos veían como si lleváramos el virus encima y se negaban a prestarnos ayuda. Ahora, como el tiempo lo cura y lo olvida todo, se ha tomado un poco más de consciencia y hemos tenido más receptividad al momento de trasladarnos o de tener que pedir una cola”, dijo la enfermera.

Leer: ¡No las lleves, nos van a contagiar!: Enfermeras de Paraguaná batallan con la discriminación

“También es una triste realidad de ver que ya no queda personal suficiente en nuestros hospitales y las pocas que quedamos nos toca fuerte, en esta época de COVID se complica más todo”, lamentó y agregó que para nadie es un secreto que en el ejercicio de la enfermería ya quedan pocos profesionales: “lo hacemos porque amamos nuestra labor. A pesar que nuestro salario no alcanza ni para costear un pasaje. Asistimos porque sabemos que esos pacientes nos necesitan en estos tiempos”, expuso.

También reveló que la mayoría del personal de la salud asisten a los hospitales en contra de la voluntad de sus familias, pues ellos saben que “somos la primera línea de contagio, carecemos de protección de bioseguridad y vacunación (no todos están vacunados). Sin embargo, reflexionan que nosotras, las enfermeras hicimos un juramento, y es salvar vidas”, culminó Yurigma Lugo.  

Lendymar Fernández: enfrenta el COVID-19 todos los días con ingenio para no apagar su lámpara

“Todo cambió debido a la llegada del COVID-19, ahora nos vemos en la necesidad de contar con el material de bioseguridad para poder cumplir con nuestra jornada laboral (…) Es ahí donde tenemos que poner en práctica nuestro ingenio para poder garantizar brindarles a los usuarios una atención oportuna y óptima, poder protegernos y así poder proteger a nuestros familiares”, nos narró Lendymar Fernández quien se graduó de TSU de Enfermería en la UNEFM y ejerce como coordinadora y supervisora en el área de Emergencia del hospital Dr. Calles Sierra de Punto Fijo.

Relata que el mencionado servicio es una de las áreas más congestionadas de un hospital. Pues llega toda clases de emergencias médicas.

Lendymar contó que en épocas anteriores el hospital ha carecido de medicamentos, insumos y personal, y reconoció que el déficit ha aumentado debido a la situación país, la diáspora y ahora con la radicalización de la pandemia en el país.

Nos reveló que su día a día es de constante movimiento en el hospital Calles Sierra para garantizar a su personal los materiales de bioseguridad y no solo eso: “empleamos nuestro ingenio para cumplir un tratamiento, quizás usar 4 pares de guantes para atender un aproximado de 35 pacientes en una jornada laboral de 12 horas o tomar una muestra de sangre”.

Fernández quien tiene 9 años en el ejercicio, señaló a Cactus24 que debido a estas limitantes y el COVID no han dejado que su lámpara se apague para cumplir con su trabajo.

También confesó que otros servicios del hospital no cuentan con material de bioseguridad y si cuentan es muy escaso. A pesar de ello, las enfermeras retan la situación y siguen adelante con su labor.

“Hoy nos enfrentamos a una pandemia en la cual no todo el personal de la institución ha sido vacunado, a un sueldo que no nos permite comprar una caja de mascarillas para poder protegernos, a la falta de insumos, a un gran déficit de personal. Pero a pesar de todas las adversidades que se nos puedan presentar en el día a día seguimos dando lo mejor de  nosotros a cada usuario en cada una de nuestras guardias”, agregó Lendymar.

Fotos Cortesía

Cactus24 (12-05-2021)

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