Joe Biden juró como nuevo presidente de los Estados Unidos y asumió el timón de un país que se tambalea por profundas divisiones políticas, una economía maltrecha y una pandemia de coronavirus que ha matado a más de 400.000 estadounidenses.
Con su mano en una reliquia de la Biblia que ha estado en su familia durante más de un siglo, Biden tomó el juramento presidencial del cargo administrado por el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, poco después del mediodía (1700 GMT), prometiendo “preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos «.
El demócrata Biden, de 78 años, se convirtió en el presidente de EE. UU. De mayor edad en la historia en una ceremonia reducida en Washington que ha sido despojada en gran medida de su pompa y circunstancia habituales, debido tanto al coronavirus como a las preocupaciones de seguridad tras el asalto del 6 de enero a EE. UU. Capitolio por partidarios de Trump.
Trump, un republicano, salió de la Casa Blanca con su esposa Melania poco después de las 8 am (1300 GMT) y fue en helicóptero a un evento de despedida en la Base Conjunta de la Fuerza Aérea Andrews, donde prometió a sus partidarios que «volveremos de alguna forma». y ensalzó los éxitos de su administración antes de volar a Florida.
Los principales republicanos, incluido el vicepresidente Mike Pence, no estaban allí para verlo partir. Biden llegó al Capitolio poco antes de las 10:30 (15:30 GMT) para su toma de posesión después de una visita a la iglesia, donde se unieron en una demostración de unidad los dos republicanos más importantes del Congreso: el senador Mitch McConnell y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes. Kevin McCarthy.
Con solo una pequeña cantidad de asistentes presentes, Biden prestará juramento ante el presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, John Roberts, poco después del mediodía (1700 GMT), colocando su mano sobre una reliquia de la Biblia que ha estado en la familia Biden durante más de un siglo.
Trump burló una última convención al salir. Su negativa a asistir a la toma de posesión de su sucesor rompe con más de siglo y medio de tradición política, vista como una forma de afirmar el traspaso pacífico del poder.
Cactus24 20-01-21
