Un juez de la Corte Suprema de Trinidad y Tobago condenó a siete venezolanos a casi 16 años y medio de cárcel, tras ser declarados culpables de traficar 72,56 kilogramos de cocaína en 2016.
Los hombres fueron detenidos en aguas de la costa norte de Trinidad por la Guardia Costera en 2016. Originalmente, ocho de ellos habían sido arrestados, pero José Gregorio Marval Salazar murió posteriormente de cáncer antes de que el caso fuera a juicio en 2023.
El 30 de enero de 2024, los siete acusados restantes: Víctor José Careno, Oscar Tomás Ruiz Colmenarez, Dionys Andrés Marval Salazar, Alexis Caldea López, Pablo Rafael Marval Rodríguez, Saúl Elia Waldrop y José Florentino Alcalá Carrió fueron condenados por el crimen .
El retraso en la sentencia se debe a la obtención de informes de la Policía Internacional (INTERPOL) sobre condenas anteriores y la corrección de informes de la prisión sobre su conducta.
Las sentencias de los siete hombres restantes comenzarán a contar desde la fecha de su condena, señala El Guardián.
La juez St Clair-Douglas, al destacar la gravedad del delito, habló del contrabando de una “cantidad significativa de una droga peligrosa” a Trinidad y Tobago y del daño social causado por el tráfico de cocaína, incluidas las repercusiones generalizadas del abuso de drogas. , la facilitación de la violencia de pandillas y el aumento general de la delincuencia.
“Este tipo de actividad suele llevarse a cabo para obtener un beneficio económico significativo”, afirmó, añadiendo que el tribunal no podía pasar por alto las implicaciones más amplias de esos delitos.
El 2 de julio de 2016, poco después de la medianoche (hora local), los oficiales de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago estaban patrullando las aguas cuando se encontraron con una piragua, El Libertador. Los ocupantes de la embarcación comenzaron a arrojar paquetes blancos al mar cuando vieron a los guardacostas.
La Guardia Costera ordenó a los hombres que se detuvieran, pero la piragua embistió contra el barco de la Guardia Costera tres veces, lo que llevó a los guardacostas a disparar a tres de los cuatro motores fuera de borda de la piragua.
Las pruebas permitieron identificar la sustancia contenida en los paquetes y confirmar que se trataba de cocaína. En total se incautaron 84 paquetes.
La defensa de los hombres fue que las bolsas blancas que contenían los paquetes individuales de cocaína nunca estuvieron en su barco. Afirmaron que estaban en el mar buscando un barco perdido y que la Guardia Costera atacó el Libertador y puso la droga en su piragua.
Cactus24 05-12-2024
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