Cientos de personas en Francia se han unido a las protestas en apoyo de una mujer cuyo ex marido supuestamente la drogó e invitó a extraños a violarla.
Una multitud de alrededor de 700 personas, en su mayoría mujeres, se reunió en la Place de la Republique en París, algunas portando carteles en apoyo de Gisele Pelicot y todas las víctimas de violación.
Un cartel decía: «Víctimas, les creemos. Violadores, los vemos
Los activistas, que habían convocado protestas en otras ciudades francesas, creen que gran parte de la violencia sigue sin denunciarse y a menudo queda impune en el país.
La activista Anna Toumazoff, una de las organizadoras de la protesta en París, dijo: «Tenemos que hablar sobre la cultura de la violación. Después de siete años de MeToo, sabemos que no existe un tipo especial de víctima… ningún tipo especial de violador».
En Marsella, donde unos 200 manifestantes se reunieron frente al Palacio de Justicia, Lou Salomé Patouillard, una artista de 41 años, declaró: «Estoy aquí para apoyar a Gisele y a todas las mujeres, porque hay muchas Giseles, demasiadas Giseles».
La Sra. Pelicot, de 71 años, fue supuestamente drogada por su ahora ex marido durante el transcurso de una década para que docenas de hombres pudieran violarla mientras estaba inconsciente.
Imagen:Gisele Pelicot. Foto: Reuters
En 2020, la policía le informó de las acusaciones contra su marido: que su entonces cónyuge la había estado sedando e invitó al menos a 72 desconocidos a su casa en Provenza, en el sureste de Francia, para tener relaciones sexuales con ella.
En lugar de permanecer en el anonimato, la Sra. Pelicot eligió un juicio público, permitiendo a los medios publicar su nombre completo y al tribunal mostrar vídeos explícitos de las presuntas violaciones grabadas por su marido.
Optó por la apertura, dice, en solidaridad con otras mujeres que son víctimas de delitos sexuales pero que no son reconocidas. Desde entonces se ha convertido en un símbolo de la lucha de Francia contra la violencia sexual.
Al prestar testimonio por primera vez a principios de este mes , la Sra. Pelicot dijo que los hombres «me miraban como una muñeca de trapo, como una bolsa de basura».
Cuando la policía le informó de las supuestas violaciones cometidas por decenas de hombres, dijo: «Para mí todo se derrumba. Son escenas de barbarie, de violaciones».
CACTUS24 (15-09-24)
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