Ahora mismo en Venezuela hay euforia político-electoral. Ya inicó la celebración de unas elecciones en las que ninguna encuestadora «respetable» da como ganador a Nicolás Maduro Moros. Se trataría, de cumplirse las proyecciones de estudios y analistas nacionales e internacionales, del fin del Gobierno socialista.
No obstante, si Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición liderada por María Corina Machado, resultase ganador, vendrían seis meses de una travesía por terrenos aún desconocidos.
El Gobierno planteó el 28 de julio como fecha electoral, no tanto por la simbología de Hugo Chávez y el día de su nacimiento, sino más bien como una fecha estratégica que le daría pulmón para sujetarse medio año más Miraflores.
Lo cierto es que la espera puede lucir inquietante en el escenario político venezolano, pero todo apunta a que, en caso de ganar González Urrutia, toda la oposición debe manejarse con extrema precaución y ampararse en alianzas internacionales que vigilen el proceso de transición más inmediato.
Para el experto en asesoría política y catedrático Aldo De Santis, ese tiempo, peligroso o no, debe esperarse.
«Veo muy difícil que se adelante una entrega, primero por que la Constitución no lo contempla, y segundo porque ellos harán todo lo necesario para consolidar su posición de autoridad para establecerse como la oposición”, dice.
Pero De Santis asume que, incluso, en caso de darse la victoria opositora, ese lapso servirá al Gobierno para limar los últimos detalles de temas que no les interesa sean sometidos de antemano al escrutinio público.
Y si se diera el caso de una hipotética renuncia por parte de Nicolás Maduro tras una derrota el 28deJulio, el poder recaería constitucionalmente en la Vicepresidencia de la República en manos de Delcy Rodríguez, y si en última instancia esta se negara, entonces su hermano, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, asumiría temporalmente la Jefatura de Estado.
“Así que de ninguna manera veo que exista por ninguna presión en ningún mecanismo, que no se cumpla lo establecido en la Constitución, que es asumir la Presidencia el 10 de enero de 2025.”, precisa el asesor.
¿Posibles bloqueos desde la AN?
Rodrigo Rivera, experto en Derecho Constitucional, miembro del Instituto Iberoamericano de Juristas y autor de varias obras de literatura legal, no descarta del todo que pueda darse una renuncia adelantada de Maduro, pero señala que, de hacerse efectiva, será producto de un acuerdo.
Tener que esperar 6meses para asumir la Presidencia trae muchas interrogantes, por ejemplo ¿Aprobaría la AN un presupuesto limitando al Ejecutivo Nacional y derivando otros recursos a las juntas comunales que ellos ya han creado y tienen con su gente? ¿Es posible que generen leyes limitando a la Administración Pública Nacional? … Con esto tendrían recursos para hacer campaña para las elecciones del 2025 y argumentarían que el Presidente no hizo nada”.
Rivera dice que, de ganar Edmundo González Urrutía, podría plantearse el escenario de una Asamblea Constituyente para destrabar ese hipotético juego de poder que se sembraría pronto.
“Debe, sin lugar a dudas, mantener la institucionalidad”, apunta.
El constitucionalista destaca que, en el tiempo de espera, una de las figuras que marcaría agenda del lado del Gobierno sería el propio Jorge Rodríguez, desde la AN.
“Se aferraría una la hipótesis de recuperar el poder, manipulados por Jorge Rodríguez. Muy pocos saltarían”, sostiene, al referirse sobre posibles rupturas o abandonos del poder en caso de una derrota el domingo.
Y cree que, aunque Jorge Rodríguez pueda intentar sujetar en el poder al chavismo, no existe ninguna vía legal y constitucional para ello.
“Salvo una barrabasada desde la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que quiera anular las elecciones del 28 de Julio”.
De Santis tampoco cree que haya una fuga del poder ni fragmentaciones. Aún perdiendo Maduro las instituciones que controla el chavismo son las más neurálgicas también.
“Como digo, en el caso de que se dé esa victoria en el mundo González, el resto de los poderes públicos que están y estarán en manos del régimen, como es la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, el Fiscal General de la República y el Poder Moral, estos creo que serán un bloque, pues durísimo de sortear y que se se establecerán como una oposición muy fuerte a incluso el Gobierno que aún no se ha constituido.”
¿Chavismo con Maduro?
La eventual transición más inmediata se pinta muy compleja y surge también la interrogante de si en ese escenario el chavismo sobreviviría tras 25 años en el poder.
Aldo De Santis, por su parte, asegura que sí tienen espacio y su supervivencia estaría garantizada. Sostiene que hay actores políticos del régimen que tienen sus espacios de poder político territorial y pasarán a convertirse en una oposición fuerte.
«Y no solamente eso, sino también la Asamblea Nacional, como un espacio de poder y de influencia enorme que recordemos que va a estar allí hasta diciembre del año 2025, y estaría estableciéndose la nueva Asamblea en el caso de esas elecciones el 5 de enero del año 2026, así que creo que esa supervivencia está absolutamente garantizada.”
Pero hay opiniones encontradas, por ejemplo el propio Rodrigo Rivera sugiere que, si la oposición transita sin tropiezos, el chavismo, como movimiento, muy probablemente estaría acabado. “Es un modelo ya fracasado y repudiado por el pueblo. Tendrían que cambiar completamente de discurso y de propuesta”.
Acuerdos Urgentes
Uno de los componentes más complicados que tendría la transición por Miraflores serían los acuerdos inmediatos que impulsarían desde la alternativa democrática para la recuperación urgente de la economía venezolana. Allí tendrían obligatoriamente que pactar vías con los poderes rezagados del Gobierno.
Aldo De Santis cree que hay suficiente aplomo para lograrlo y sugiere que, llegado el momento, la presidencia de Edmundo González Urrutia, establezca mesas de enlace con la Asamblea Nacional de Jorge Rodríguez, con el resto de los poderes y también a las Fuerzas Armadas.
“Esas mesas de enlace deberían estar de alguna manera con coordinación y colaboración de los organismos que ya se han conversado, como el Reino de Noruega, por ejemplo, y otros aliados internacionales y por otro lado, una delegación designada por el Presidente o el propio presidente electo”.
Y en ese marco de transición en el corto plazo De Santis incluye los trabajos por la ley de amnistía que incluya a todos, a los que están hoy presos y aquellos que estén dispuestos a ayudar en el proceso de cambio político que sean o que hayan sido parte del régimen.
Destaca igualmente los esfuerzos de la reinstitucionalización ,y trata como punto fundamental el monopolio de la fuerza en manos del Estado. «Creo que hay un gran trabajo allí, de investigación, de inteligencia y luego de activación para recuperar el control del monopolio de la fuerza, que es el que debe tener el Estado. Es el Estado el que debe tener el monopolio de la fuerza, y no es que existan bandas criminales armadas que puedan sembrar sus obras en distintos sitios del país”./VF.
