La aurora boreal hizo un inusual espectáculo en Reino Unido, Europa y otras partes del hemisferio norte, deleitando a los observadores del cielo.
La exhibición poco común se debió a una de las tormentas geomagnéticas más fuertes que han golpeado a la Tierra en años.
La severidad de la tormenta condujo a que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) emitiera una rara advertencia.
Pero fue por ese fenómeno por lo que se incrementaron las posibilidades de que la mucha gente pudiera ver las luces de la aurora boreal.
La tormenta geomagnética extrema que ocurrió el viernes fue clasificada en el nivel G5 (extremo), la categoría más severa.
Tormentas de esta escala podrían afectar potencialmente la infraestructura, incluidos los satélites y la red eléctrica, advirtió la NOAA. Hasta el momento no ha habido informes de interrupciones.
«La industria energética establece planes para una serie de eventos que ocurren a lo largo y ancho, incluido el espacio», indicó Ross Easton, portavoz de la Asociación de Redes de Energía, y añadió que los pronósticos espaciales están siendo monitoreados cuidadosamente durante el fin de semana.
El último evento extremo de una tormenta geomagnética fue en 2003.
Los cielos despejados, como los que se vieron en varias regiones del hemisferio norte el viernes por la noche, hicieron posible el avistamiento de la aurora.
Se espera que el fenómeno pueda verse nuevamente el sábado y, aunque la tormenta geomagnética seguirá en la categoría severa, es posible que no alcance el extremo del viernes.
Las cámaras capturaron cielos de color rosa brillante sobre Austria y sobre Alemania se vio una tonalidad púrpura.
También los observadores en Eslovaquia, Suiza, Dinamarca y Polonia, entre otros, pudieron disfrutar el espectáculo de luces.
El fenómeno también fue captado en China, con cielos fucsias fotografiados sobre el norte del país.