Las transparencias, ya sea de seda, organza, tul o amplias aperturas en la ropa, vuelve a imponerse en la Semana de la Moda femenina de París, más allá de polémicas feministas.
Según el sitio especializado en moda TagWalk, el porcentaje de piezas transparentes aumentó un 40% en las 20 principales marcas del mercado, entre 2023 y 2024.
Prada vende como panecillos calientes una falda fina como papel de fumar, Givenchy ha imaginado un top blanco literalmente diáfano y Rabanne ha creado pantalones de encaje incrustados, mientras que Ludovic de Saint Sernin dice hacer de la transparencia su “firma”, con un vestido sin espalda que no deja mucho espacio para el misterio.
Esas transparencias se unen a otras tendencias ya detectadas en pasadas temporadas, como los calzoncillos masculinos.
Para la marca independiente española Paloma Wool, esos calzones se metamorfosean en bodies, o en shorts hechos con malla, como la que se usa para fabricar camisetas de baloncesto.
“Siempre me he sentido muy cómoda con las transparencias y mostrando el cuerpo, pero de una forma elegante y sofisticada. Y esta vez hemos jugado mucho con la seda y con el tricot. En la misma prenda combinamos el tricot, que cubre zonas que igual prefieres tapar, con seda súper fluida y súper transparente”, explicó la diseñadora catalana a la AFP tras su desfile.
“Transparencias, el poder de los materiales” es el título de una exposición en el museo Yves Saint Laurent parisino, que coincide con la Semana de la Moda.
El actual director artístico de YSL, Anthony Vaccarello, presentó el martes una colección completamente basada en este tema, realizada en tul de seda, similar al material de las medias, para un resultado muy sensual que despertó controversia.
“Body positive”
“¡Demasiados senos!”, se indignó la editora de moda del New York Times, Vanessa Friedman, quien contó “solo 12 looks de 48” sin pezón visible debajo de la ropa, destacando con humor que las fotos del desfile no son aptas para su “diario familiar”.
En 1968, la primera blusa de seda translúcida de YSL “ya le había valido las críticas de la América puritana”, recuerda la biógrafa de Yves Saint Laurent, Laurence Benaïm, comisaria de una exposición sobre el tema de las transparencias en el Centro Pompidou de París.
Y, en 2000, el vestido transparente de Jennifer Lopez en los Premios Grammy enloqueció a los internautas, no solo a los fashionistas.
“En este momento del siglo XXI, esa transparencia simplemente es la provocación misógina más banal”, critica Friedman, denunciando en esta “pseudo-tendencia” un intento de “objetificación” de la mujer.
Pero para otros, este gusto por exhibirse es una tendencia creciente desde principios de siglo, que va mucho más allá de la moda, una continuación lógica del movimiento “body positive” de liberación del cuerpo de las mujeres.
Pero la controversia acompaña esa liberación.
En París, esta semana, la australiana Bianca Censori, que según algunos expertos en el mundo de celebridades se viste de manera muy sensual por influencia de su esposo, el rapero Kayne West, volvió a aparecer con un conjunto que dejaba ver su anatomía: unas medias transparentes sin ropa interior.
Entonces, ¿cómo llevar esta tendencia sin meterse en problemas?
“Depende de tu vida cotidiana, pero incluso la opción de mostrar la ropa interior, para la mayoría de las personas, no es una opción”, recuerda la estilista que colabora con la revista Cosmopolitan, Clémence Guillerm.
“Para abordar la transparencia en un atuendo que sea llevable, se puede comenzar por una falda, lo más sencillo, con un forro corto o otra falda pequeña debajo”, sugiere la experta en estilo.
“Para la parte superior, se puede intentar un body opaco, tal vez de color carne, y una parte superior transparente, con un blazer para aquellas que aún no se atreven”, añade Clémence Guillerm.
Cactus24 04-03-24