El fiscal chileno Héctor Barros ha informado la noche de este viernes que el cuerpo que había sido hallado por la tarde en una barriada informal del municipio de Maipú, de Santiago de Chile, corresponde al de Ronald Leandro Ojeda Moreno, de 32 años, un exmilitar venezolano que fue secuestrado la madrugada del miércoles 21 de febrero.
Cuatro sujetos, con las caras tapadas y con falsos uniformes de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), lo sacaron de su departamento de la comuna de Independencia, en Santiago de Chile.
“La data de muerte aproximada señala que es entre siete y 10 días, coincidente con la fecha en que se produjo el secuestro”, ha dicho Barros sobre un hecho que se ha instalado en la primera línea de las preocupaciones tanto del Gobierno, de la clase política, de los fiscales y de las policías.
El secuestro de Ojeda, que estaba en Chile desde 2018 y tenía la calidad de refugiado, ha provocado impacto en Chile, porque se produce en medio de una inédita crisis de seguridad. Y en el caso del exteniente venezolano ha sido distinto a los secuestros que han ocurrido en este período, del tipo extorsivo, porque sus captores no pidieron dinero ni se comunicaron con la familia. Por ello, el móvil del crimen es una incógnita hasta ahora.
Poco antes de confirmar la identificación de Ojeda, el fiscal Barros había catalogado los hechos como “una operación compleja vinculada al crimen organizado” y, al mismo tiempo, informó la detención de un ciudadano venezolano de 17 años “que se encuentra de manera irregular en el país”. Dijo que existen nuevas órdenes de detención pendientes de ejecutar, que afectarían a otros involucrados, y que se han emprendido allanamientos en diferentes zonas de la capital chilena en búsqueda de evidencias y para concretar los apresamientos. En definitiva, la fiscalía este viernes comenzó a estrechar el cerco hacia los secuestradores.
Cactus24 02-03-24