Un pastor de la Iglesia Bautista Monte Sión ha protagonizado un acto polémico al destruir públicamente una imagen de la Virgen de Guadalupe y de la Santa Muerte.
Este acontecimiento ha suscitado un intenso debate sobre el respeto hacia las imágenes religiosas y su relevancia en la fe.
El pastor llevó a cabo esta acción durante una reunión pública, generando diversas reacciones entre los presentes y la comunidad religiosa en general.
La Virgen de Guadalupe, venerada especialmente en la fe católica y considerada icónica en América Latina, ha causado especial indignación por su significado para los católicos.
En la doctrina católica, las imágenes religiosas, como la Virgen de Guadalupe, son objetos de veneración y representan un medio de conexión espiritual con lo divino.
Dañar la imagen se interpreta como un acto de profanación hacia la Virgen María, madre de Dios y de todos los cristianos.
En contraste, la destrucción de la imagen de la santa muerte ha suscitado opiniones diversas, ya que esta figura es vista de manera controvertida y a menudo asociada con creencias no cristianas.