La banda de «los Chickateros» mantuvo su yugo en el municipio Unión durante el 2023 y lo estarían celebrando con cerveza, comiendo carne, estrenando ropa comprada con el dinero que obtienen de las extorsiones, y con disparos, prueba de que el dinero ilícito también es destinado para cubrir el arsenal con el cual siembran el pánico en los pobladores.
A una semana de sembrar el pánico en Tapatapa, los «Chickateros», con más integrantes, entre ellos otro más apodado «el Pelón», otro diferente al aliado de Churuguara, estuvieron el viernes cobrando en una cancha todas las vacunas, y se estarían repartiendo el botín en una zona llamado Vesubio, cerca de donde le habrían quemado la casa a un poblador.
A caballo la mayoría y a pie otro, el grupo de cuatreros, vaquianos, le llevan la delantera a los organismos de seguridad que siguen en mora en cuanto a resultados sin lograr recuperar la confianza de los pobladores quienes creen que llevan meses filtrando información a los delincuentes.
En Tapatapa la banda actuó a placer, bebieron, echaron tiros, infundieron temor y cobraron las vacunas. Durante la retirada se cuenta que encontraron a unos evangélicos que, en sendas motos, iban a una campaña en Vegas del Tuy. A éstos los encañonaron y sometieron, pero a petición de un integrante que los conocía, los dejaron ir.
Para lo que resta del año los «Chickateros» ya tendrían en lista a otro importante número de víctimas a quienes, según fuentes, han fijado como plazo de pago el 30 de diciembre cuando tienen previsto iniciar la celebración de fin de año.
Antes se les ha visto por una zona de aguas termales, tomando, bebiendo, asando carne de ovinos, cerdos y bebiendo de las cajas de cerveza que también reciben como complemento de las vacunas.
En el municipio Unión muchos aseguran que el gobierno conoce esta dinámica, pero no hay voluntad de desarticular la banda.
Cactus24 (24-12-2023)
