Rusia admitió el miércoles por primera vez que tropas ucranianas establecieron posiciones en la orilla oriental del río Dniéper, que sigue la línea de frente en el sur de Ucrania.
Un avance sostenido de Ucrania a través del río marcaría un éxito táctico significativo para Kiev, cuya contraofensiva no logró, hasta ahora, cambiar el curso de la guerra de 21 meses.
«Aproximadamente una compañía y media -dividida en pequeños grupos- se encuentra en un tramo que va desde el puente ferroviario hasta el pueblo de Krinki», dijo en Telegram Vladimir Saldo, gobernador nombrado por Moscú en las zonas ocupadas de Jersón.
Una compañía, según el glosario de términos militares de la agencia de prensa rusa Tass, puede estar formada por varias decenas o centenares de soldados.
Saldo trató de restar importancia al avance ucraniano, afirmando que Rusia desplegó refuerzos y que las fuerzas ucranianas están siendo bombardeadas.
«Se desplegaron fuerzas adicionales. El adversario está atrapado en Krinki, en un infierno de bombas, cohetes, municiones con sistemas termobáricos, artillería y drones», indicó.
Saldo afirmó que había grandes pérdidas del lado ucraniano, sin mencionar el lado ruso.
Según blogueros militares rusos y ucranianos y expertos que analizaron información, el ejército ucraniano logró asegurar varias posiciones desde finales de octubre en la orilla ocupada del Dniéper, en particular en Krinki, en Jersón.
Kiev logró desplegar a estos hombres poco a poco utilizando lanchas, según la misma fuente.
Ejércitos en un callejón sin salida
Para poder penetrar en profundidad en esta región ocupada por Rusia, el ejército ucraniano deberá ampliar la zona bajo su control y desplegar equipos más pesados. Esta zona arenosa y pantanosa sigue siendo de difícil acceso.
Si Ucrania lograra consolidar sus posiciones, podría esperar un avance en esa zona del sur de Ucrania donde el Dniéper actúa como línea de frente desde que el ejército ruso tuvo que retirarse de la ciudad de Jersón, en la orilla derecha, en noviembre de 2022.
Kiev mantiene el secreto sobre sus operaciones, el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andri Iermak, se limitó a decir el martes que las fuerzas ucranianas se «posicionaron en la orilla izquierda del Dniéper».
En junio, las fuerzas ucranianas lanzaron una amplia contraofensiva en el sur y el este para reconquistar los territorios ocupados por Rusia, si éxito.
Incluso el jefe del ejército ucraniano, Valeri Zalujni, en una entrevista de una rara franqueza con The Economist, admitió a principios de noviembre que los dos ejércitos estaban «en un callejón sin salida», con un frente fijo.
Para Kiev, que quiere evitar el efecto de cansancio entre sus aliados occidentales frente a un conflicto que dura desde hace casi dos años -en un momento en que los ojos de la comunidad internacional se dirigen hacia Israel y la Franja de Gaza-, es imperativo ganar terreno.
Ucrania depende en gran medida de las armas y municiones que le entregan estadounidenses y europeos, y en muchos países se multiplican las voces para pedir que se reduzca el apoyo económico y militar de los occidentales a los ucranianos.
El Kremlin, por su parte, afirma haber reorientado la economía hacia la producción de armas y municiones y reclutado unos 400.000 soldados desde principios de año.
Cactus24 15-11-23