A un hombre de Florida le diagnosticaron cáncer de mama en etapa cuatro después de «no tener idea» de que los hombres podían desarrollar la enfermedad.
Zac Yarbrough, de 43 años, estaba nadando con sus dos hijos pequeños hace cinco años cuando sintió un nudo debajo de su pezón izquierdo. Al principio no le dio importancia y continuó viajando por el mundo para competir en torneos de pesca.
Con el tiempo, el bulto creció hasta alcanzar el tamaño de una pelota de golf y le hizo parecer como si «tuviera una teta».
En ese momento supo que no podía ignorarlo más. Fue a ver al médico y tenía una expresión de preocupación en su rostro. «Me envió al otro lado de la calle para que me hiciera una mamografía, algo que nunca había considerado hacerme cuando tenía 38 años. Al día siguiente, los resultados de una biopsia confirmaron que tenía cáncer de mama».
El cáncer se había extendido a mis pulmones.
Aunque los hombres sólo representan el uno por ciento de todos los casos de cáncer de mama en Estados Unidos, el médico de Yarbrough lo envió a hacerse una mamografía. Los resultados llegaron como etapa cuatro, con el cáncer propagándose a los ganglios linfáticos y los pulmones.
«La parte más difícil de mi trayectoria contra el cáncer ha sido saber que evité ver a los médicos durante meses», escribió para Insider.
«Pero muchas personas, como yo en el pasado, no tienen idea de que los hombres pueden padecer cáncer de mama».
Me operaron a los pocos días
A los cinco días de su visita al médico, lo sometieron a una mastectomía radical, en la que se extirpan el pezón, la areola, el músculo y los ganglios linfáticos alrededor del seno. «La cirugía fue una obviedad para mí. Cambió mi cuerpo, pero sabía que eso me daría mis mejores posibilidades de sobrevivir. Por eso no me importa tener cicatrices».
Estuvo en el hospital sólo uno o dos días. La semana siguiente compitió en un torneo de pesca de marlin. «Eso me recordó todo lo que amaba del aire libre y me dio un gran impulso moral».
Luego llegó el momento de ponerse manos a la obra con quimioterapia y radiación. Como atleta de toda la vida y exjugador de fútbol americano universitario, tenía mucha fuerza mental a la que recurrir. Mi papá me dijo que abordara el tratamiento como si fuera otra lesión de fútbol. Esa mentalidad me ha ayudado a superar 12 rondas de quimioterapia, más de 36 tratamientos de radiación y una gran cantidad de ensayos clínicos y tratamientos experimentales.
Sigo viviendo mi vida y sigo pescando.
Actualmente, sigue un régimen de medicación y recibe quimioterapia una vez cada tres semanas. Acaban de hacer un escaneo que mostró los mejores resultados que había tenido en años. «Mi cuerpo está respondiendo bien al tratamiento. Soy optimista ya que cada día se desarrollan nuevos tratamientos contra el cáncer».
Cactus24//18-10-2023