Un reciente estudio llevado a cabo por expertos de la University College London, ha descubierto que el efecto beneficioso de la cognición se ve reducido en aquellos individuos que no logran obtener un descanso nocturno suficiente y reconfortante.
El estudio, publicado en The Lancet Healthy Longevity, analizó la función cognitiva durante 10 años en 8.958 personas mayores de 50 años en Inglaterra.
El equipo de investigación indagó en cómo las diferentes combinaciones de hábitos de sueño y actividad física podrían afectar la función cognitiva de las personas con el paso del tiempo.
Descubrieron así que las personas que eran más activas físicamente pero dormían poco (menos de seis horas en promedio) tenían un deterioro cognitivo más rápido en general, lo que significa que después de 10 años su función cognitiva era equivalente a la de sus compañeros que hacían menos actividad física.
El estudio encontró, en línea con investigaciones anteriores, que dormir entre seis y ocho horas por noche y niveles más altos de actividad física estaban relacionados con una mejor función cognitiva.
Aquellos que eran más activos físicamente también tenían una mejor función cognitiva independientemente de cuánto tiempo durmieron al comienzo del estudio. Esto cambió durante el período de 10 años, con más personas físicamente activas que duermen poco (menos de seis horas) experimentando un deterioro cognitivo más rápido.
Este rápido declive fue cierto para los que tenían entre 50 y 60 años en este grupo, pero para los participantes mayores (de 70 años o más) los beneficios cognitivos del ejercicio parecieron mantenerse, a pesar de dormir poco.
El coautor de la investigación, el profesor Andrew Steptoe, afirmó: «Es importante identificar los factores que pueden proteger la función cognitiva en la mediana edad y en la vejez, ya que pueden servir para prolongar nuestra años cognitivamente saludables y, para algunas personas, retrasar un diagnóstico de demencia».
«La Organización Mundial de la Salud ya identifica la actividad física como una forma de mantener la función cognitiva, pero las intervenciones también deben considerar los hábitos de sueño para maximizar los beneficios a largo plazo para la salud cognitiva», cita webconsultas.
Cactus24 (11-07-2023)