Un silencio sepulcral se percibe en el puerto pesquero de Zazárida, en el municipio Buchivacoa, estado Falcón. A pesar de ser uno de los principales del estado y el país, luce hoy como un muelle fantasma.
Hasta mediados de febrero hubo zarpes, retornos, descarga y despacho de peces para el pueblo y para otras ciudades del país. La vida y economía estuvo anclada a la dinámica de este puerto, que se fue apagando como una vela hasta quedar paralizado, dejando a miles sin fuentes de trabajo.
Del principal problema, está el tema de la huella para acceder al gasoil subsidiado. Esto impactó de tal manera la vida del pueblo y sobre todo dueños de embarcaciones quienes, urgidos por producir, debieron comprar huellas a aquellos que tenían cupo.
Así, consiguieron acceso algunos días al combustible para seguir trabajando; sin embargo, el costo de 0,50 dólares por litro de gasoil, que es la opción que les deja el gobierno, afecta la actividad pesquera y demás fuentes de trabajo toda vez que, ningún dueño de embarcación está en capacidad de pagar $600 y hasta $800 en combustible con cada faena de pesca.
Dueños de embarcaciones, marinos y la gente que se gana la vida en el puerto de Zazárida afirman haber planteado la problemática al gobierno, pero éste sigue indolente, como con los docentes, indiferentes a la necesidad de trabajar y de lograr remuneraciones acordes que permitan cubrir los gastos básicos.
Al no haber voluntad por parte del gobierno, y habiendo agotado las vías de exponer el caso y esperar respuesta, este viernes llevarán a cabo una protesta masiva que incluirá una tranca que mantendrán hasta no recibir la respuesta que solicitan.
Valga recordar que también la clase trabajadora ha reportado el abandono del puerto, pero el gobierno tampoco se ha ocupado del dragado.
Cactus24 09-03-23