La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU. (CPSC, por sus siglas en inglés) dijo que el uso de estufas de gas es un «peligro oculto» por lo que está considerando que las estufas de gas salgan de los hogares.
“Este es un peligro oculto. […] Cualquier opción está sobre la mesa. Los productos que no son seguros para las ciudadanos se pueden prohibir”, argumentó el comisionado de la CPSC, Richard Trumka Jr. en entrevista con el medio Bloomberg.
Informes que realizaron la Sociedad Química Estadounidense y el Instituto de Integridad de Políticas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York encontraron que las estufas de gas, que se usan en aproximadamente el 40 % de los hogares de los Estados Unidos, expulsan en el hogar monóxido de carbono y materia fina en niveles que son considerados inseguros por la Agencia de Protección Ambiental y la Organización Mundial de la Salud.
Un estudio revelado en días recientes por la revista especializada Environmental Science and Technology dejó al descubierto una complicada situación que ha sido detectada por investigadores en el estado de California, Estados Unidos, en el que se confirmó que estufas y sistemas de distribución de gas en ese territorio presentan graves problemas de fuga, que han provocado la liberación de importantes cantidades de un gas conocido como benceno, el cual podría tener efectos cancerígenos sobre la población.
De acuerdo con el estudio, además de lo delicado que resulta la liberación de dicho gas al interior de los hogares, esta fuga también podría tener consecuencias en espacios abiertos, más aún, detallando que, según las evidencias, se filtran a la atmósfera cerca de cuatro toneladas de bencenos al año en esa región de Estados Unidos.
En el caso de las fugas externas, estas estarían relacionadas con averías en tuberías exteriores, que se encargan de conducir el gas a las viviendas y edificios en referido Estado.
Sobre la proporción de benceno que se está liberando a través de las tuberías, según precisaron medios locales que citan el estudio, como The Independent, este equivaldría a la contaminación provocada por cerca de 60.000 carros, en un desbalance que no es tenido en cuenta por las autoridades ambientales de ese país; Estados Unidos.