Un abogado sin malicia, aunque sí la tuvo en el pasado, la perdió en el devenir de sus ocupaciones: el comercio y el deporte; la venta de bicicletas, repuestos y accesorios en su negocio Ubike y las amistades que cultivó como ciclista y patrocinador de eventos de esta índole.
Quienes lo conocieron aseguran que Roberto Carlo Leañez pasaba los días en su negocio Ubike en el Shopping Center donde, con amabilidad, invitaba a la gente a entrar y mirar los productos sin compromiso alguno.
Eso parece que lo sabía el autor intelectual, hasta ahora no identificado, quien habría recurrido a matones a sueldo quienes se presume visitaron el centro comercial para establecer una ruta de llegada y escape lo menos expuesta a las cámaras de vigilancia de los negocios y calles. Así, establecieron llegar el miércoles por la calle Monzón, la menos transitada ya que por el frente había cámaras y estarían expuestos a mayor cantidad de testigos.
La cabeza de Roberto Leañez tal parece que tenía precio de muerte y en cuanto al día, pudo ser cualquiera; no obstante, que el sicariato se cometiera el 27 de diciembre tenía toda la intencionalidad toda vez que ese día la hija de Roberto Leañez cumplía años y este le tenía preparada una fiesta por todo lo alto.
Saber que la niña cumplía años era una información personal de lo cual se intuye que el autor intelectual manejó esa información privilegiada, valdría determinar si por esculcar sus redes sociales de Roberto o porque alguien se la suministró.
Otro detalle del caso es que el asesino usó un revólver para no dejar casquillos que sirvieran a los pesquisas como elementos de interés criminalístico. El detalle de haber hecho un solo disparo, pudiese dar luces de su perfil criminal, de alguien acostumbrado a esto.
La corianidad, que el viernes despidió al abogado Roberto Carlo Efraim Leañez Díaz, pide justicia.
Este martes se cumple una semana del crimen y aunque se anunció que junto al Cicpc hay una comisión de Caracas apoyando las investigaciones, el hermetismo en relación al avance de las investigaciones, preocupa a familiares y la colectividad.
«No podemos permitir que el sicariato se instituya como medio de reacción ante lo conflictos. Nadie merece morir, ni nadie tiene el derecho de matar frente a una situación adversa. Hoy fue mi hermano, mañana podemos ser tú o yo ¡reacciona!» expresó por Instagram, el abogado Héctor Efraín Leañez, quien además espera que el Colegio de Abogados de Venezuela y Falcón se pronuncie por el caso.
Cactus24//03-01-2023